En 1905, se instaló por primera vez un ferrocarril en el estado, aunque su función más bien era militar y comercial.
Por Francisco Verdayes Ortiz
Radar Peninsular
En diciembre de 2012, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció la puesta en marcha del Tren Transpeninsular, que haría el recorrido de la ciudad de Mérida, Yucatán, hasta Punta Venado, Quintana Roo. El proyecto sonaba interesante, pero no se concretó.
Dos imágenes de la locomotora en estudio, en la fábrica de metales Hainaut.
Poco más de seis años después, en enero de 2019, no se habla de otra cosa que del llamado Tren Maya, mucho más ambicioso que el proyecto de Peña Nieto, pues pretende comunicar a toda la Península de Yucatán.
Las nuevas generaciones de quintanarroenses podrían entender que se trata del primer ferrocarril que recorrerá nuestro territorio, pero no es así. Hace 114 años, tuvimos nuestro tren. Era de carácter militar y enlazaba a Vigía Chico con Santa Cruz (hoy Felipe Carrillo Puerto). Esta máquina fue instalada durante el gobierno de Porfirio Díaz, para “pacificar” a los rebeldes mayas en los últimos años de la Guerra de Castas.
El investigador cancunense, experto en el tema de locomotoras, Carlos Alberto Thompson Lenz, pudo identificar el modelo exacto de ese ferrocarril militar y de esa manera supo que se trató de una máquina 986, conocida como “carbón”, construida por la empresa belga Couillet, de la Société Anonyme Usines Métallurgiques du Hainaut.
La única locomotora Couillet 986 operativa en el mundo, pertenece al parque temático australiano The puffing Billy.
Dicha locomotora pesaba aproximadamente siete toneladas y consumía carbón. Al parecer fue muy popular en la Europa de 1900.
Hacia 1905, el Gobierno Federal concluyó el tendido de las vías de ferrocarril para comunicar a Santa Cruz con el puerto de Vigía Chico, la idea no solo era militar, también comercial, pues a través de él se sacaría la producción forestal.
En 1918, el presidente Venustiano Carranza recibe al líder maya, Francisco May Pech, en el castillo de Chapultepec y le concesiona 20 mil hectáreas de selva para ser explotadas por su gente y encima le da derecho a utilizar la vía férrea, lo que es visto con recelo por los demás jefes mayas.
Esto es lo que apunta el cronista de Felipe Carrillo Puerto, Carlos Chablé Mendoza: “En diciembre de 1901, se contrató en Nueva Orleáns el material para instalar el ferrocarril que consistía en 60 kilómetros de vía férrea de 60 centímetros de ancho, diez carros furgones de seis toneladas, 14 carros plataforma de tres toneladas y tres locomotoras de 40 HP (caballos de fuerza). El costo total fue de 239 mil 967.59 dólares, a lo que se sumó la cantidad de ocho mil 622 dólares para herramientas, construcción de plataforma y arreglo de la vía.
Imágenes de esta única unidad hermana.
“La construcción de la vía cubrió el trayecto de casi 57 kilómetros entre Vigía Chico y Santa Cruz de Bravo, y como parte de su funcionamiento se construyó también un sistema telegráfico, todo para lograr la pacificación. La acción militar contra los mayas fue brutal, genocida.
“Los trabajos para la construcción de la vía del tren militar concluyeron a fines de 1904, pero su inauguración oficial fue hasta el 4 de septiembre de 1905. Esta obra siempre estuvo vinculada con la campaña de exterminio de los mayas cruzoob, ya que el ferrocarril militar posibilitó el aprovisionamiento de las tropas federales, por ello también durante siete años, los mayas realizaron hostigamientos y ataques constantes al tren militar.
“En 1915, luego de que el gobierno revolucionario devolvió Santa Cruz a los líderes mayas, éstos deciden destruir lo que quedaba del ferrocarril militar y el sistema telegráfico, así como de todo aquello que les recordara la etapa de persecución”, sostiene Chablé Mendoza.
Una Couillet 986 encontrada en el museo de ferrocarriles de Madrid, España.
Carlos Alberto Thompson Lenz asegura que los restos de esta primera locomotora quintanarroense aún pueden verse y se encuentran en la ciudad de Felipe Carrillo Puerto, a unas dos o tres cuadras de la avenida principal que atraviesa la ciudad. Estos vestigios –dice– están enfrente de una escuela primaria, junto a una biblioteca.
UN PUERTO Y UN FERROCARRIL QUE NO LLEGARON
Entre enero y abril de 1925, una comisión integrada por el general Amado Aguirre, gobernador de Quintana Roo, así como por el capitán de fragata Alberto Centeno, y el ingeniero civil Salvador Toscano, realizaron un estudio del Territorio Federal de Quintana Roo.
Los resultados de esta investigación se enviaron al presidente de México, Plutarco Elías Calles, en el informe se menciona la necesidad de crear un puerto en lo que con el tiempo habrá de llamarse Puerto Juárez:
“Bastaría para ello la construcción de un muelle que alcance los 16 pies o más de agua y la de una vía herrada o cuando menos una buena carretera de 160 kilómetros que la uniese a la ciudad de Valladolid, en el estado de Yucatán, quedando así ligada a la red ferrocarrilera de ese estado y en condiciones de ser explotada toda esa vasta región”.
El documento da muestras claras de pretender promover el desarrollo de Isla Mujeres, al hablar de las bondades de ésta, pero el proyecto finalmente no se llevó a cabo.
Esta máquina en particular se construyó en 1882. Este modelo de Decauville es de 550 milímetros de ancho de vía, es decir, 50 milímetros menos que la que nos ocupa.
PIONERO DE LAS VÍAS
En diciembre de 1901, se contrató en Nueva Orleans el material para instalar el ferrocarril que consistía en:
60 kilómetros de vía férrea
60 centímetros de ancho de la vía
10 carros furgones de seis toneladas
14 carros plataforma de tres toneladas
3 locomotoras de 40 caballos de fuerza
CIFRAS DESTACADAS:
239 mil 967.59 dólares, el costo total del proyecto
8 mil 622 dólares adicionales para herramientas, entre otras cosas
57 Kilómetros de vías fueron construidos entre Vigía chico y Santa Cruz de Bravo
4 de septiembre de 1905, inauguración oficial del tren
FRASES DESTACADAS:
“En 1915, luego de que el gobierno revolucionario devolvió Santa Cruz a los líderes mayas, éstos deciden destruir lo que quedaba del ferrocarril militar y el sistema telegráfico, así como de todo aquello que les recordara la etapa de persecución”.
Carlos Chablé Mendoza
Cronista de Felipe Carrillo Puerto
El primer ferrocarril en el estado de Quintana Roo iba del puerto de Vigía Chico a lo que hoy es Felipe Carrillo Puerto.
“Los restos de esta primera locomotora quintanarroense aún pueden verse y se encuentran en la cuidad de Felipe Carrillo Puerto a unas dos o tres cuadras de la avenida principal que atraviesa la ciudad”.
Carlos Alberto Thompson Lenz
Investigador cancunense
