México

Queman murales de El Tajín, en Veracruz

La madrugada de este miércoles, desconocidos ingresaron al área de Tajín Chico e incendiaron la membrana geotextil que cubría el edificio de los murales, causando un daño irreparable al Patrimonio Cultural de la Humanidad.

De acuerdo con datos recabados con fuentes anónimas que solicitaron proteger su identidad para evitar represalias, fue por la mañana cuando se percataron de las afectaciones a los murales de El Tajín.

La zona arqueológica es custodiada por un destacamento de la Guardia Nacional, quienes no se percataron del ingreso de los sujetos que prendieron fuego al material plástico que quedó derretido sobre las pinturas elaboradas por los totonacas.

La seguridad del centro ceremonial, registrado como bien cultural material en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco desde 1992, se encuentra bajo responsabilidad de la Guardia Nacional, que mantiene en la zona un destacamento permanente.

Desconocidos ingresaron al área de Tajín Chico e incendiaron la membrana geotextil que cubría el edificio de los murales, causando un daño irreparable al Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Titánica restauración del INAH de murales de El Tajín

En diciembre de 2013, luego de cuatro años de trabajo, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lograron conservar los murales que se encuentran en la zona arqueológica de El Tajín en Papantla, Veracruz y que esta madrugada fueron quemados por vándalos.

Estas detalladas y minúsculas pinturas que decoran taludes, tableros, molduras y cornisas del Edificio I de El Tajín, constituyen los murales más completos que se conservan dentro de esta zona, informó el INAH, en aquel momento.

Murales restaurados en 2013 que hoy se han perdido, el daño es irreparable a decir de las autoridades.

La Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), con ayuda de hombres y mujeres de las comunidades cercanas, la cuales recibieron capacitación para estas tareas, dio realce a los personajes humanos y zoomorfos fantásticos que permanecían envueltos por escamas de sales.

Las escamas provenían de la humedad concentrada en el edificio y representaban un peligro para estas figuras ya que las imágenes más grandes no sobrepasan los 30 centímetros; y las sales podían ocasionar la pérdida de las mismas.

Por una escama se pierde gran parte del dato visual y los faltantes pueden corresponder a elementos importantes como son los ojos de volutas, colmillos, penachos y caudas emplumadas que lucen algunos de los personajes”, destacó Dulce María Grimaldi, restauradora perito y responsable del proyecto.

Con respecto a los años de estas piezas preservadas, las pinturas del Edificio I tienen más de mil años de antigüedad (900-1100 d.C), las que se construyeron en el complejo conocido como Tajín Chico.

De acuerdo con el diagnóstico realizado en 2007, previamente a las labores de conservación, se encontró la acumulación de sales producto de la humedad, a lo que se realizaron trabajos de conducción de agua a cargo del restaurador Benjamín Jean-Marc Blaisot.

Este edifico se ubica en un área elevada de la zona arqueológica, donde se recupera el agua que baja de los cerros aledaños, los cuales se alojan en los arroyos de este lugar.

La propuesta fue no intervenir el edificio, sino su entorno. Proyectamos una conducción superficial a base de pisos de lajas en pendiente para desviar las corrientes de agua, de este modo evitamos frentes de absorción, que generan a su vez frentes de evaporación en los acabados arquitectónicos”, señaló Jean-Marc Blaisot.

El mal estado de las escaleras y cornisas colocadas durante los trabajos de exploración del arqueólogo Juergen K. Brueggemann, en la década de los noventa, provocó la aparición de sales de carbonato de calcio.

Por otro lado, las figuras que no pasan de los 10 centímetros, fueron ordenadas conforme a la división de los elementos arquitectónicos. Incluso, el color de fondo donde se realizaron es diferencial: verde en la cornisa, rosa en la moldura y rojo en el fondo del tablero, destacó el INAH.

Las figuras que se encontraron fueron delineadas con pinceles de grosores de un cabello y distribuidos en cuadretes cruciformes, donde se perciben cuadrúpedos descarnados y ataviados con capas y joyas.

También se muestran personajes humanos con máscaras de ojos de volutas con una especie de lengua bífida de color azul, traen penachos y ornamentos como orejeras de concha.

Asimismo, en las cornisas y molduras destaca el glifo “ollin”, la cual es importante iconográficamente en este sitio.

Las tareas comenzaron en 2008 con la protección de pisos y acabados; para 2012 se realizó el trabajo de conservación donde se eliminaron las sales y escamas; al mismo tiempo, se realizaron consolidaciones en muros agrietados y con abombamientos.

Dulce María Grimaldi afirmó que una de los aciertos de esta conservación fue realizar resanes a bajo nivel en la superficie de la capa pictórica para evitar los nidos de insectos y arácnidos.

Señaló que “no será necesario efectuar de nuevo una intervención intensiva de las mismas. Con un trabajo periódico de mantenimiento, como lo prevé el plan de manejo de El Tajín, se puede asegurar la preservación de la pintura mural del Edificio I a largo plazo, estamos hablando de 10 años en adelante”.

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Turquesa News

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