A 175 años del inicio de la rebelión de la Guerra de Castas

Se conoce como ‘Guerra de Castas’ al movimiento social que los nativos de la Península de Yucatán del sur y oriente iniciaron contra la población de “blancos” (criollos y mestizos) en 1847 y en este mes de julio se conmemora el 175 aniversario de la rebelión del pueblo maya.

La guerra social maya fue el resultado del levantamiento del pueblo en contra de los caciques, hacendados y la elite explotadora en un contexto sociopolítico en el que Yucatán había declarado su independencia y se encontraba en guerra contra el Gobierno Federal de México.

Tres son los momentos claves de la rebelión: la primera duró 2 años, de 1847 a 1849, en donde el movimiento se centró en el oriente de la península; la segunda duró 10 años, de 1850 a 1860, en la que el gobierno de Yucatán negoció su anexión a México con la finalidad de tener apoyo militar para poder combatir contra los mayas ‘rebeldes’ y la tercera tuvo una duración de 40 años, de 1861 a 1901, conocida como el periodo de la guerra de guerrillas. En esta fase, la resistencia maya fue reforzada y reorganizada bajo el liderazgo de José María Barrera en el territorio de Chan Santa Cruz, conocido actualmente como el municipio de Felipe Carrillo Puerto, cabe recordar que la resistencia en un principio fue encabezada por Cecilio Chi, Jacinto Pat y Manuel Antonio Ay.

Durante más de un siglo los mayas que dieron inicio a la rebelión se asentaron en un territorio autónomo y construyeron una iglesia para adorar a la Santa Cruz bajo sus usos y costumbres, se repartieron las tierras para la siembra de autoconsumo e intercambios. Los habitantes de esta región se mantuvieron independientes hasta 1902 tras la toma de la capital por el Ejército Federal al mando del general Bravo.

Sin embargo, no pudieron vencer al movimiento de resistencia, pues actualmente los originarios mayas han cambiado las armas por lápices y libros y han adoptado algunas expresiones culturales dentro y fuera de la península de Yucatán, de esta manera revitalizan la cultura.