Apenas tiene 14 años y el próximo mes estará inscribiéndose en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para estudiar la carrera de Ciencias de la Tierra.
Se llama Benjamín Abraham Maldonado y es uno de los llamados “Niños genio” que, cuando no se tiene la capacidad de distinguirlos, suelen pasar por alumnos con problemas en el aprendizaje pues por lo regular son muy distraídos.
Benjamín Abraham Maldonado es hijo de un matrimonio veracruzano radicado en Cancún.
“Benji”, como le conocen sus amigos y maestros, es hijo de un matrimonio veracruzano radicado en Cancún compuesto por Edna Maldonado y Alejandro Abraham.
A los 12 años –casi entrados los 13– Benjamín Abraham decidió presentar, con la ayuda de sus padres y maestros, un examen mediante el sistema abierto a fin de avanzar un poco más rápido y para sorpresa todos, en un SOLO EXAMEN, concluyó la secundaria.
Su forma pausada y razonada de hablar ante los periodistas le delatan: sí hay un genio dentro él.
Animados por el resultado, Edna Maldonado y Alejandro Abraham decidieron entonces someter a “Benji” a un examen de coeficiencia intelectual a fin de medir sus habilidades cognitivas y el resultado salió muy favorable.
“Lo quisimos meter a la preparatoria bajo el sistema abierto, pero no fue fácil –dice Alejandro Abraham– Tuvimos que comprobar los resultados de conocimiento para que el INEA (Instituto Nacional para Educación de los Adultos) nos diera la autorización”.
Su materia preferida: las matemáticas. La asignatura que más se le dificultó: Historia.
Hoy por la mañana, en ceremonia protocolaria, con bombos y platillos, el Centro de Enseñanza “Gonzalo Guerrero” presentó ante los medios de comunicación a su recién egresado: Benjamín Abraham, quien anunció que el próximo mes se inscribirá en la Universidad Nacional Autónoma de México (campus Mérida, Yucatán) pues desea estudiar la carrera de Ciencias de la Tierra.
El próximo mes se inscribirá en la Universidad Nacional Autónoma de México, campus Mérida, Yucatán.
A pesar de que terminó la preparatoria en tan solo 12 meses, y contrario a lo que todos piensan, Benjamín se considera un niño normal, pero los lentes (intelectuales), y su forma pausada y razonada de hablar ante los periodistas le delatan: sí hay un genio dentro él.
Su materia preferida: las matemáticas. La asignatura que más se le dificultó: Historia.
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