La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), emitió el Diagnóstico de Supervisión Penitenciaria 2018, cuya calificación fue de 6.00, cuatro centésimas menos con respecto al año anterior.
El Centro de Reinserción Social (CERESO), en Benito Juárez es el penal que más baja calificación cosechó y el único reprobado de todo el estado, con 5.55. El aspecto más determinante para este resultado, son las condiciones de gobernabilidad, especialmente por el insuficiente personal de seguridad y custodia.
Sobre lo mejor evaluado, fue el derecho a la reinserción social, en razón de la integración y funcionamiento del Consejo Técnico Interdisciplinario.
El segundo penal peor calificado, es el Centro de Retención Municipal de Playa del Carmen, con 6.26 de calificación, continuando como aprobatoria pero con alerta de riesgo, en cuanto a Cozumel se observa un retroceso en la calificación, aunque sigue con calificación aprobatoria de 6.47.
Las quejas constantes versan sobre las condiciones de alimentación por parte de la población penitenciaria, así como la inexistente separación entre la población procesada y sentenciada. Sin embargo el mejor desempeño se obtuvo en las condiciones de gobernabilidad.
Así fue como la cárcel de Chetumal es la que mejor calificación tuvo, con 6.78, pero con alerta de riesgo. Este año se aprobaron cuatro de cinco rubros: condiciones de gobernabilidad, los aspectos sobre las garantías a la integridad física y moral, estancia digna así como el de la reinserción social.
Por otro lado, el aspecto con deficiente desempeño fue el de los grupos de personas privadas de la libertad con requerimientos específicos, especialmente de la población de sexualidad diversa y de personas con adicciones.
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