Una investigación de la Asociación Civil Data Cívica y el laboratorio Quinto Elemento Lab, revela que en los pozos de agua en casi todos los estados del país, incluyendo los que rodean a Quintana Roo, los niveles de arsénico y fluoruro ya superaron los máximos permitidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según la investigación, en 2012 los niveles altos de arsénico se encontraron en 17 estados, pero para 2018 ya eran en total 24 los estados registrados con estos parámetros, Tabasco, Yucatán y Campeche, estados que circundan al Caribe Mexicano, están entre ellos.
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Los 24 estados que para 2018 ya registraban altos niveles de arsénico son: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Yucatán y Zacatecas.
Y es que, generalmente asociada a las labores de minería, la contaminación del agua con arsénico no sólo tiene esta vía, ya que también ocurre en gran medida por la extracción descontrolada del agua, tanto el arsénico como el fluoruro se encuentran de manera natural en los suelos profundos.
Se puede tener una idea clara de la dimensión del problema, si nos damos una idea, de que en el 2018, año que más muestras se tomaron, 41 por ciento de los pozos muestreados sobrepasaron el nivel internacional de riesgo de impacto a la salud para arsénico.
En el consumo de esta agua contaminada con arsénico de manera natural, en gran medida, influyen las empresas dedicadas a la «purificación» del liquido para consumo humano, pues en México, solo 257 potabilizadoras de agua son capaces de eliminar el arsénico o fluoruro, pero solo 173 están en operación. Es decir, solo 1 de cada 10.
Este problema se ha detectado incluso en la capital del país, datos del gobierno de CDMX revelan que también está presente en pozos de 6 alcaldías (Tláhuac, Tlalpan, Coyoacán, Iztapalapa, Iztacalco y Azcapotzalco.
Estudios realizados, indican que la exposición prolongada al arsénico está asociado al desarrollo de cáncer, deficiencias congestivas en niños, diabetes e infertilidad. En México más de 12 millones de personas están expuestas a los elementos tóxicos pero no lo saben. La propia Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales reconoce que la cifra de exposición podría ser de 14 millones.
No obstante, hasta el momento no hay un programa de monitoreo de enfermedades provocadas por arsénico y a partir de 2018 el gobierno federal ha tomado menos muestras de calidad de agua, redujo más de la mitad que en 2018.
Un ejemplo revelador del problema, es el caso de Claudia González y su familia, quienes son habitantes de San Juan de Los Planes, en Baja California Sur, ella descubrió que su hija de 15 años tenia hasta 10.43 microgramos de arsénico por litro en su orina, casi el doble de lo que se considera a nivel mundial como de riesgo para el cuerpo humano.
No solo ella, todos en su comunidad estaban tomando agua contaminada con arsénico ese mismo día se convirtió en activista, pues muchas personas estaban muriendo por cáncer, además de que en ningún momento las autoridades avisaron a la población sobre los niveles de arsénico en el suministro de agua.
Con Información de Sopitas.com
Esta entrada fue modificada por última vez en miércoles, 15 de diciembre, 2021
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