Locatarios del Mercado 23 rematan productos ante las nulas ventas. Los comerciantes han tenido que disminuir sus precios hasta en 30 por ciento ante la falta de visitantes que acudan a comprar recuerdos, pues con la contingencia sanitaria y a pesar de que Cancún se encuentra ya en color amarillo, los únicos que acuden son los ciudadanos locales y no precisamente a comprar recuerdos.
Este tradicional mercado, ubicado en el centro de Cancún, que en su momento fue uno de los más visitados por turistas y locales, ahora luce casi vacío y los únicos que acuden son las amas de casa para adquirir productos de la canasta básica, ya que aquí encuentran mejores precios.
Sin embargo, los locatarios de recuerdos y artesanías han disminuido sus precios para que su producto se venda ante la contingencia sanitaria; y es que los pocos visitantes que llegan solo adquieren los productos que están en oferta como llaveros, plumas, o imanes para el refrigerador de cinco por 100 pesos.
A esto se suma que algunos supermercados ofrecen productos similares, a precios más accesibles, lo que merma aún más sus ventas, ya que muchos turistas los adquieren al momento de comprar en estos grandes comercios, pero aún tienen la esperanza que, para fin de año, puedan repuntar o tendrán que tomar la cruda decisión de cerrar sus locales.
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