Después de varias horas de espera, incontables personas de la casilla 175, ubicada en la primaria ‘Octavio Paz’, de Alfredo V. Bonfil, tuvieron que votar en otro sitio del mismo número, pero ubicada en la Escuela Superior de Leyes, en la avenida Fonatur, donde también se instaló otra casilla pero de otra sección frente a la Universidad Humanitas.
Sin que nadie les diera una explicación convincente, la gente llegaba a su casilla donde vota de manera habitual y sorpresivamente se enteraban que no estaban en el listado, siendo enviados a la otra casilla, pero tras varias horas de estar en el sol, porque sólo se permitía ingresar al plantel en grupos de 10 personas, independientemente de los apellidos.
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La razón usada es que la gente no aceptaba que personas cuyas casillas estaban vacías pasaran antes aunque fueran de otro apellido, lo que alentó el acceso y la movilización a la otra casilla, donde caso contrario, las cosas fluían rápidamente.