Hasta ayer eran 14 internos del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chetumal sospechosos a Covid-19. Fueron aislados en tres partes diferentes para evitar mayores riesgos.
Ayer jueves, tras el deceso del interno Andrés Uscanga Toledano, a causa de una enfermedad crónico-degenerativa que desencadenó en paro cardio-respiratorio, se realizaron pruebas rápidas en reclusos con afectaciones en el sistema respiratorio y temperatura corporal arriba de 38 grados.
14 presentaron sintomatología de Covid-19 y fueron aislados.
Cinco fueron encerrados en el área de visita conyugal; seis en psiquiatría; y tres permanecen en la enfermería.
Se les aplicará la prueba a fondo para confirmar si presentan el virus.
En tanto, permanecerán aislados del resto de la población del Cereso de Chetumal.
Solamente el doctor y el enfermero les atenderán.
Tras los tres recientes traslados de internos de Cancún, Playa del Carmen y Cozumel, el número incrementó a aproximadamente a mil 300.
Todos están temerosos de contraer la enfermedad, pues hubo contacto con los fallecidos, que al parecer se debió a complicaciones derivadas de Covid-19, trascendió al interior.
En menos de una semana han fallecido tres reclusos: Manuel Cutz, Leonardo Burgos y Andrés Uscanga Toledano. Todas las actividades están suspendidas
El personal de custodia también implementó medidas más rigurosas de desinfección para combatir el Sars-Cov-2.
En esta cárcel ha habido dos casos de Covid-19 ya recuperados; las tres muertes reportadas fueron por enfermedades crónico-degenerativas, según autoridades penitenciarias.
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