Chetumal, Q. Roo.- La trata de blancas es delito recurrente y hasta aceptado en comunidades rurales. Pese a ser delitos perseguidos de oficio, las autoridades les desacatan. Fomentan la trata de blancas en comunidades de Chetumal.
Ya no solo en cantinas, donde las mujeres son explotadas y sujetas a actos degradantes, sino también en hogares, pues las empleadas no siempre reciben trato digno.
Pero en casos más extremos, la falta de opciones de trabajo obligan a madres solteras, a adoptar la prostitución como medio de subsistencia.
El activista social, César Antonio Iuit, indicó que las necesidades son más fuertes que la estigmatización y riesgos a la salud, principalmente enfermedades por contacto sexual, e integridad.
Se prostituyen para sobrevivir
“Esta gente busca la manera de cómo sobrevivir porque no hay empleo ni apoyos en este momento, es lamentable pero se está padeciendo hambre en este momento”, denunció.
Recordó que el año pasado registraron ocho casos y fueron canalizados a las instituciones pertinentes.
Pero ninguna institución persecutora de delito ha procedido.