¿Habrá alianza del joaquinismo con el PRI?.- Uno de los temas más recurrentes en el mundo político en los últimos días es la posibilidad de que varios partidos opositores armen una gran alianza en contra de MORENA y el lopezobradorismo para la elección de 2021.
En el caso específico de Quintana Roo la situación tiene un rasgo particular. La posibilidad de que el PAN y PRD, por ejemplo, se alíen con el PRI, no se ha analizado quizá aún tan a fondo como para saber si la sociedad ya olvidó lo suficiente el desastre del sexenio de Roberto Borge como para que esa hipotética alianza no termine siendo una losa para el proyecto anti AMLO.
Quizá por eso, cuando hace un par de días en un ámbito privado se le preguntó al gobernador Carlos Joaquín sobre esa posibilidad de alianza con el PRI, él contestó:
“Supongo que hay intenciones, pero no se aún si podrá darse”.
Por el estilo político del gobernador, es muy difícil que alguien sepa exactamente lo que está pensando sobre el tema. Por eso sus palabras y sus gestos son determinantes. Cuando dice: “no se aún si podrá darse”, conviene prestarle mucha atención.
Se sabe que Carlos Joaquín se ha reunido con varios priistas, tiene una fuerte influencia en el partido en el estado, e incluso se encontró, semanas atrás, con el presidente nacional del tricolor, “Alito” Moreno. Lo que no se sabe aún es cuál es su análisis final de todas esas reuniones y relaciones.
Lo que hasta hoy se sabe, es lo siguiente:
En el PAN nacional ya les han dado luz verde a los estados para explorar todas las opciones, incluso la alianza con el PRI. En el caso de Quintana Roo, el gobernador ya dijo que quiere mantener la alianza PAN-PRD, y agrandarla si es posible, aunque no dijo hacia dónde.
Y otros partidos, como el MC, MAS y Confianza, también estarían dispuestos a entrar a ese acuerdo.
Pero de ahí a una alianza con el PRI, hay aún un trecho largo por recorrer.
Casi nadie duda de que alguna forma de alianza o acuerdo va a existir con el tricolor. Pero no es lo mismo un acuerdo de facto, para no anularse entre los candidatos de unos u otros partidos y tener como adversario común al lopezobradorismo, que una alianza de forma y fondo.
Ente las opciones que se exploran, para no llegar a ese punto, podrían ser candidaturas comunes en algunos municipios. Eso podría hacer que haya un apoyo formal de todo el arco opositor a MORENA a un candidato en particular en algunos municipios, pongamos por caso Cozumel, Tulum y Solidaridad, que son prioridades del gobernador, pero sin formalizar una alianza.
Pero todo está aún en conversaciones.
La posibilidad de una gran alianza es tentadora para sumar fuerzas en contra del avance de la 4T, pero hay que ver qué se juega en cada estado, y cuáles son los potenciales beneficios, pero también los potenciales riesgos, de ir todos juntos.
En ese contexto, regalarle al lopezobradorismo como discurso la existencia formal del mítico PRIAN, que el Presidente tantas veces denunció, debe ser una decisión para analizarse varias veces antes de tomarla.
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