Cuatro personas fueron detenidas posterior al entierro de “El Manchado”, jefe de un grupo criminal de la isla, en posesión de armas de fuego, esta detención fue hecha por la Policía Federal.
Ante la incompetencia de la Policía Ministerial, estatal y municipal al no poder detener a personas armadas durante un sepelio en el cementerio “Mansión de Paz”, quienes momentos antes habían disparado en más de 30 ocasiones sus armas de fuego para despedir a “El Manchado”, que fue ejecutado días anteriores, tuvo que intervenir la Policía Federal.
Las autoridades estatales y municipales los estaban dejando ir como si no hubiera ocurrido nada, tal y como lo declaró el comandante de la Policía Ministerial, Alejandro Borges, quien dijo que no había pasado nada cuando en el piso se encontraban los cartuchos percutidos 9 milímetros (más de 15), pero él insistía que no había pasado nada, porque no encontró ninguna arma de fuego.
Cuando los asistentes al sepelio se retiraban la Policía Federal llegó, detuvo a un vehículo donde se transportaban cuatro individuos que acudieron al entierro, para catearlo, encontrando dos armas de fuego, por lo que los detuvieron y los trasladaron directamente a la ciudad de Cancún.
Esto deja en claro que los policías estatales, ministeriales y municipales no realizaron bien su trabajo o por algo no los detuvieron y los estaban dejando ir; sin embargo, no se esperaban que la Policía Federal llegara e hiciera su trabajo.
Posteriormente se reportaron detonaciones de arma de fuego en la colonia San Miguel, donde según testigos los balazos fueron al aire, en el lugar se encontraron cinco cartuchos percutidos 9 milímetros, cuyos indicios fueron levantados por la policía municipal; no hubieron lesionados.
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