La FIFA suspendió el sábado al presidente de la Federación Española, Luis Rubiales, mientras su comité disciplinario investiga su conducta en la final del Mundial femenino, que incluyó un beso en la boca no consentido a una de las futbolistas españolas.
Tomaron la decisión seis días después de que Rubiales fue acusado de avergonzar al país frente a una audiencia global tras la final en Sidney, Australia —y que eclipsó el gran logró de la selección femenina española.
Además del beso a Jenny Hermoso —el cual ella admitió no dio su consentimiento— Rubiales se tomó la entrepierna en un obsceno gesto de celebración frente a la Reina Letizia de España y su hija, la princesa Sofía, de 16 años.
Rubiales estará apartado de sus funciones durante 90 días “a la espera del procedimiento disciplinario abierto” contra él el jueves, indicó el ente rector de fútbol mundial en un comunicado.
Rubiales reiteró el viernes que no presentaría su renuncia durante una asamblea extraordinaria de la RFEF en la que se esperaba su decisión ante la intensa presión del gobierno de España, de las propias jugadoras de la selección y de los clubes y directivos del fútbol español.
La FIFA no dio una fecha para que el panel disciplinario tome una decisión. Los jueces pueden imponer sanciones que van desde una advertencia, multas o suspensiones del deporte.
La decisión de la FIFA sucedió después de que la Federación española incluso amenazó con tomar acciones contra a la estrella Jenny Hermoso por rehusarse a aceptar la versión de Rubiales sobre el beso durante la ceremonia de medallas y presentación del trofeo después de que España ganó la final.
La suspensión prohíbe a Rubiales de seguir trabajando en asuntos relacionados al fútbol o tener contacto con otros oficiales.
El juez de disciplina de la FIFA, el colombiano Jorge Palacio también intervino el sábado para proteger “los derechos fundamentales” de Hermoso y la integridad del caso disciplinario.
Palacio ordenó a Rubiales “que se abstenga, mediante el mismo o terceros, de contactar o intentar contactar con la jugadora profesional de la selección nacional española Sra. Jennifer Hermoso o a su entorno cercano”, sentenció la FIFA en un comunicado.
“Igualmente se ordena a la RFEF y a sus oficiales o empleados, de manera directa o a través de terceros, abstenerse de contactar a la jugadora profesional de la selección nacional española Sra. Jennifer Hermoso o a su entorno cercano”, añadió el organismo rector del fútbol internacional.
En una compleja situación, el gobierno español —a través del Consejo Superior de Deportes— presentó el viernes una demanda asegurando que Rubiales violó las leyes de deportes del país con su acto sexista. El secretario de Estado para el Deporte, Víctor Francos, comentó el viernes que el gobierno buscaría suspender temporalmente a Rubiales —esperando la decisión del tribunal— si la corte acepta escuchar el caso.
De ser encontrado culpable, podrían decidir que Rubiales no es apto para estar en su cargo. Francos indicó que le pedirá a la corte que cambie su reunión del jueves al lunes.
La prensa española reportó originalmente que Rubiales anunciaría su renuncia el viernes durante la asamblea extraordinaria, en cambio se atrincheró y acusó a Hermoso de haber aceptado el beso en los labios de forma “mutua”.
Se pintó a sí mismo como la víctima de “una caza de brujas” por “falsas feministas” y recibió el aplauso de los asistentes, en su mayoría hombres.
Hermoso respondió con dos comunicados, uno del sindicato de jugadores y otro propio, en los que acusó a Rubiales de mentir y de sentirse intimidada.
Las 22 jugadoras de la selección española, junto a otras 50 más, sentenciaron en un comunicado del sindicato de jugadores que no jugarán más para España mientras Rubiales siga a cargo. No quedó inmediatamente claro si la situación se mantiene igual tras la decisión de la FIFA.
La federación respondió con otro comunicado diciendo que Rubiales dijo la verdad y que buscará acciones legales contra Hermoso.
Rubiales es vicepresidente de la UEFA y actualmente tiene la tercera posición de elección en la cima del organismo rector del fútbol europeo que le paga 250.000 euros (270.000 dólares) anuales, más gastos.
En 2019 las federaciones integrantes de la UEFA lo eligieron al comité ejecutivo y estaba a semanas de que el presidente del organismo Aleksander Čeferin lo ascendiera a la vicepresidencia.
Ni la UEFA o Čeferin han comentado sobre el escándalo de Rubiales. La FIFA ha intervenido dos veces.
Con información de agencia AP
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