Luchador cuenta cómo su corazón dejó de latir.- El luchador de la UFC, Corey Anderson, dio a conocer que quedó al borde de la muerte, luego de un combate.
Corey, la último pelea que tuvo, la perdió ante Jan Blanchowicz, pero a pesar de la derrota contó una historia impactante, en la que asegura perdió el conocimiento y estuvo viviendo meses de incertidumbre gracias a esto.
La historia es la siguiente: todo comenzó el 15 de febrero de este 2020, hace ya varios meses, cuando el luchador estadounidense se enfrentó al luchador polaco, quien vivió su última presentación en un octágono de UFC.
El inmueble Santa Ana Star Center presenció como Anderson sufrió un nocaut a dos minutos de terminar el primer round, algo sorpresivo para la pelea estelar de la categoría de los semicompletos.
Sin embargo, el peleador contó que por no recibir una buena atención médica inmediata, pudo morir.
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“El 21 de febrero, después de mi última pelea, me desmayé y me destrocé la cara contra un camino de grava después de horas explorando una carretera. Estuve cinco días en urgencias haciendo numerosas pruebas y análisis de sangre para averiguar qué pasó”.
Asimismo, el luchador reveló que acudió a diferentes doctores: «Todos ellos, menos uno, dijeron que había sufrido una conmoción cerebral por la falta de agua y comida después de caminar por el bosque durante horas. Pero uno de ellos dijo que mi corazón había dejado de latir y que podría volver a pasar, pero que la próxima vez sería en una pelea», expresó mientras intentaba asimilar lo que está viviendo.
Después de la noticia Anderson asistió a más hospitales para tener revisiones y pasó por dos procedimientos cardíacos ambulatorios que son bastante dolorosos según su experiencia.
El luchador desea continuar luchando, a pesar de que un doctor le dijo que tenía que detener por completo su carrera hasta averiguar que su corazón estaba sano para competir, algo que ya sucedió y es una grata noticia para todos.
Finalmente, el peleador mandó un mensaje a todos los luchadores: «Cuiden su salud y tómense el tiempo adecuado para recuperarse. Tuve que tener a mi hijo sentado allí mirándome en una cama de hospital para darme cuenta de que existe una vida real más allá de las peleas y que quiero disfrutarla. Pelea de manera inteligente, entrena de manera inteligente, ¡pero recupérate y descansa también de manera inteligente», finalizó.
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