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Manuel Briñas, fundador de cantera del Atlético, admite abusar de menor de edad

Luego de que saliera una denuncia en su contra, Manuel Briñas admitió que es culpable de dicha acusación. El también fraile, fue fundador de la cantera del Atlético de Madrid.

De acuerdo a las declaraciones emitidas para El País, especificó que los hechos se remontan a cuando Manuel Briñas era fraile en una escuela de Madrid. Sin embargo, la víctima aseguró que los abusos ocurrieron durante 1973 y pararon hasta 1975.

En dicho periodo, Manuel Briñas se desempeñaba como encargado del área de los scouts y el área deportiva en el Colegio Marianista Hermanos Amorós. Ahora, con 88 años de edad, confesó que es culpable.

«Fueron cosas que sucedieron entonces, un poco raras… Francamente, nunca me lo expliqué”, confesó Manuel.

https://twitter.com/manuelbriasbarr/status/1085975653499973633

A su vez, explicó que esto ocurrió cuando recién falleció la que era su pareja, misma con quien estaba próximo a casarse. Agregó que los abusos sexuales ocurrieron en uno o dos ocasiones. Sin embargo, Miguel M. H., asegura que fueron más que un par de ocasiones.

“Fue un accidente, recién muerta la mujer con la que me iba a casar y nada más. Solo fue una vez o dos. Gracias que enseguida corté”, indicó Briñas.

Miguel M. H. llamó a Briñas para pedirle una explicación, durante la conversación, aseguró que lo perdonaba por lo ocurrido. Sin embargo, el acusado indicó que desde el momento de los abusos, se disculpó con Miguel.

«Lo hice entonces, en el mismo momento que sucedió. Le pedí perdón y le dije que nunca se fiase de los adultos”, sentencia la entrevista.

Manuel Briñas, fundador del cantera del Atlético, admite abusar de menor de edad

Manuel Briñas, fundador del cantera del Atlético, admite abusar de menor de edad

Miguel M. H cuenta su versión de la historia

Previo a las declaraciones de Manuel Briñas, Miguel M. H. contó su versión de la historia, al medio de comunicación antes citado.

(Me) Tocaba en la oscuridad de la tienda de campaña, abriéndose camino entre otros compañeros y el saco de dormir. Aunque estuviésemos varios, siempre iba a por mí. La primera vez me quedé paralizado, incrédulo, sin entender lo que pasaba. Luego mi afán era buscar la posición más alejada para dormir… Una vez, solo una vez que yo recuerde, una felación. Nunca intentó besarme ni abrazarme… Parecía que su fuente de placer estaba en mi cuerpo, no en el suyo”, confesó Miguel.

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