¿Qué harías si tu padre fuera acusado de un delito que no cometió? ¿Cómo te sentirías si tuvieras que verlo sufrir en la cárcel, sin poder abrazarlo ni consolarlo? ¿Cómo mantendrías la fe y la confianza en la justicia, cuando todo parece estar en tu contra?
Estas son algunas de las preguntas que se hace Daniela Parra, la hija mayor del actor Héctor Parra, quien desde hace más de dos años está preso por una supuesta corrupción de menores, denunciada por su otra hija, Alexa.
Daniela no cree en las acusaciones de su hermana, a quien considera manipulada por su madre, Ginny Hoffman, la ex pareja de Héctor. Ella está convencida de que su padre es inocente y que pronto se demostrará la verdad.
Mientras tanto, no se rinde ni se desanima. Al contrario, busca la forma de apoyar a su padre, tanto moral como económicamente. Ha creado una campaña en redes sociales con el hashtag #JusticiaParaHectorParra, donde comparte testimonios, evidencias y mensajes de aliento. Ha organizado eventos para recaudar fondos y ayudar a pagar los gastos legales y personales de su padre. Ha visitado a su padre en el reclusorio, donde le lleva comida, ropa y libros. Y ha escrito cartas públicas donde expresa su amor y su solidaridad con él.
Pero eso no es todo. Daniela y Héctor tienen un proyecto en común que los mantiene unidos y esperanzados: plasmar su historia en un libro o un documental. Ambos están escribiendo sus vivencias, sus sentimientos y sus reflexiones sobre este difícil proceso que les ha tocado vivir.
“Mi papá es quien realmente está escribiendo. Él tiene una historia que contar, y yo también desde fuera. Hemos vivido experiencias muy distintas y nuestras historias son diferentes. No sé cómo lo haremos, pero es una narrativa que deseamos compartir, no solo por nosotros, sino para visibilizar todo lo que está ocurriendo. No se trata solo de mi papá, hay muchas personas en la misma situación, y si tenemos la oportunidad de ponerlo en evidencia, lo haremos”, dijo Daniela en una entrevista con “Ventaneando”.
Daniela y Héctor son un ejemplo de amor filial, de lucha incansable y de esperanza inquebrantable. Su historia merece ser contada y escuchada, porque nos muestra que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. Tarde o temprano, la verdad saldrá a la luz y la justicia prevalecerá.
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