La autoridad italiana de defensa está investigando las marcas de lujo Armani y Dior por presuntamente engañar a los consumidores sobre la explotación de los trabajadores en empresas proveedoras de ambos grupos.
Y es que los fiscales de Milán descubrieron este año talleres en las afueras de la capital italiana de la moda en los que trabajadores mal pagados, a menudo inmigrantes que se encontraban ilegalmente en el país, producían bolsos de piel que luego vendían a Armani y Dior por una ínfima parte de su precio de venta al público.
Según información, se investigó a proveedores italianos de propiedad china, de Dior y Armani, y se nombraron comisarios para supervisar las unidades de los dos grupos que subcontrataban la producción de bolsos.
Dior, controlada por el gigante francés del lujo LVMH LVMH.PA, dijo que estaba cooperando con las autoridades italianas y que reforzaría sus controles sobre los proveedores.
Asimismo, Armani Group expresó su confianza en un «resultado positivo tras la investigación (antimonopolio)», afirmando en un comunicado que sus empresas estaban plenamente comprometidas a cooperar con las autoridades y que creía que las acusaciones no tenían fundamento.
Los detalles sobre las condiciones de los trabajadores publicados por la fiscalía contrastan fuertemente con la imagen de elegancia que proyectan cuidadosamente las marcas de moda a través de grandes presupuestos de marketing.
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