Kalimba realizó un live con sus seguidores para confirmar que su gira de conciertos por Estados Unidos será reprogramada, por problemas con las visas de trabajo de su equipo, mientras enfrenta acusaciones de abuso sexual en México tras la denuncia que realizó la cantante Melissa Galindo.
El intérprete de ‘Tocando fondo’ se sinceró con sus incondicionales, y además del proceso legal en el que se encuentra inmiscuido, manifestó que constantemente padece altibajos emocionales tras el padecimiento que le fue diagnosticado.
“Yo tengo bipolaridad en segundo grado, epilepsia en el lóbulo frontal izquierdo, lo cual afecta directamente el área emocional, hay mucha gente muy confundida con la bipolaridad, cree que son cambios de actitud, pero va mucho más en una cuestión de sentirte deprimido, o sentirte absolutamente feliz, se llaman episodios de bipolaridad. Estoy en una depresión y necesito medicina”, confesó el exintegrante de OV7.
El artista de 41 años explicó que su enfermedad se agravó porque en un inicio no le dio la atención y cuidados necesarios. “Me diagnosticaron hace cuatro años exactamente, en realidad fui al psiquiatra en el 2015, por segunda vez en el 2018, yo fui muy necio, porque, aunque ya me habían diagnosticado, me lo habían dicho, cometí el error de ser de los que dijo ‘échale ganas’”, recalcó.
En este sentido, Kalimba confesó que en muchas ocasiones le es muy complicado el poder cumplir con sus compromisos como cantante, pues no tiene ánimo para nada.
“Tener que ir a un aeropuerto con muchísimas personas y luego ‘foto, foto, foto’, subirte a un avión y ‘foto, foto, foto’, y luego llegas al lugar y ‘foto, foto, foto’, y luego sales al concierto y tener que sonreír, y tener qué cantar canciones, y pretender que la vida es increíble, cuando lo primero que quieres es ir a hacerte bolita y echarte en tu cama y no entiendes ni por qué estás vivo”, explicó.
Finalmente, el cantautor mexicano dijo sentirse confiado y con la esperanza de que su situación legal se solucione el próximo 17 de abril, fecha en que fue pospuesta la audiencia para enfrentar las acusaciones que Melissa realizó en su contra.
“No me importa, jamás, lo que digan de mí, Dios no se va a salir de mi boca, porque Dios no está solamente cuando te la estás pasando bien, o cuando todo está saliendo bien, Dios está siempre”, sentenció.
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