Hace un año terminó Mamma Mia, la puesta en escena que fue traída a México y que fue protagonizada por Lisset en el papel de Donna y aunque fue un logró más en la carrera de la actriz, la obra llegó en un mal momento para ella en lo personal.
Fue durante una entrevista para El minuto que cambió mi destino que Lisset recordó la depresión por la que estaba pasando en el momento en el que le ofrecieron hacer casting y los meses en los que se preparó para el estreno, así como los primeros diez meses en el que Mamma Mia estuvo en el teatro.
Lisset mencionó que decidió que su hija María se fuera a vivir con su papá, el actor Lisardo, en lo que ella podía estar al pendiente de su padre, quien estaba enfermo de cáncer, y después de la muerte de él concentrarse en su salud.
“Estaba a la cabeza de un cuidado de lo más amado, de mi papá, de mi mamá, de mi casa, de mi vida, de mi duelo, estaba soltera en ese momento y era reconstruirme. Estaba atravesando una etapa de llegar a los 50, hormonal y Claudio (productor de la obra) me habla, que viene Mamma Mia. No era una obra que en su momento me llamara la atención (…), y yo me quité cuatro veces porque dije: ‘no estoy lista, estoy en depresión, un quiste en la cuerda, un mioma en la matriz’”.
En la plática, Lisset comentó que un domingo antes de ir a una de las funciones de la obra le habló a la producción para decirles que no iría y que estaba pensando en quitarse la vida.
“Un domingo me acuerdo que hablé a la producción y dije: ‘no puedo ir, me quiero ir con mi papá’. Lo pensé y se los dije así tal cual y me dijeron: ‘no, ¿cómo crees?’ (…), yo me voy a suicidar con pastillas, con estos antidepresivos seguramente ahí quedo tranquila y en paz”.
Afortunadamente, la también cantante dijo que pensar en el amor que siente por su mamá y su hija la hizo recapacitar en su decisión.
“Sí pudo más el amor por mi mamá, que es el amor más grande, el amor a María y el amor a esas personitas medio hizo que me calmara. Toda la familia sabe de la situación, todo el teatro o no sé, a lo mejor no, porque eso lo cuentas a nivel personal, pero eso que viví durante Mamma Mia, al final de las funciones, no sé cómo lo hice. Empecé a disfrutarlo después de diez meses de hacerlo”.
