Mamá de Geraldine enfurece y dice a Gabriel Soto “Sugar daddy de Irina”
Mamá de Geraldine enfurece y dice a Gabriel Soto “Sugar daddy de Irina”. La mamá de Geraldine calificó a su ex yerno como el “sugar” de la actriz rusa.
Doña Rosalba Ortiz no aguantó y explotó contra su ex yerno, Gabriel Soto, por la información que circuló hace un par de días en una revista de espectáculos, donde se dijo que Geraldine se entrometía en la relación de Soto con Irina Baeva, y le mandó un recadito.
Sin duda una de las fuertes polémicas del mundo del espectáculo que dio mucho de qué hablar el año pasado fue la que se desató por el triángulo amoroso entre Geraldine Bazán, Gabriel Soto e Irina Baeva, y al parecer aún sigue dando de qué hablar.
La mamá de Geraldine, doña Rosalba Ortiz ahora sacó las garras por su hija y arremetió contra su ex yerno, pues reveló que el actor de Soltero con hijas, ve a sus pequeñas solamente dos veces al mes, además que el acuerdo de manutención de las niñas es hasta que tengan 18 años.
“Él solamente ve a las niñas dos veces al mes… su preocupación económica va a ser hasta que cumplan 18 años, es decir, que mi hija tiene que trabajar desde ahorita para pagar la carrera profesional, tiene que preocuparse por la crianza y la educación profesional de mis nietas”.
Pero eso no fue todo, doña Rosalba criticó la actitud de Gabriel Soto al “buscarse” una novia más joven que él y llenarla de lujos, por lo que lo calificó de “Sugar daddy”, que es término que se les da a los hombres mayores, ricos y exitosos que tienen relaciones con mujeres mucho más jóvenes.
“Es un terrible o buen ejemplo de lo que deben hacer los jóvenes y los ‘sugars’, como dicen, para conseguir una relación ¿no?, mentirles, decirles que no tienen ninguna relación, que les une un papel y que son infelices” dijo contundente doña Rosalba.
Por último, Doña Rosalba dejó entrever que para Gabriel Soto no fue nada agradable la convivencia con sus madrastras, ya que él perdió a su madre muy niño, por lo que consideró que él debería pensar más en lo que pueden sentir sus hijas y no orillarlas a convivir con Baeva.
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