Mariana Echeverría revela por qué no ha podido tener más hijos

En el 2021 Mariana Echeverría y su esposo, Óscar Jiménez, le dieron la bienvenida a su hijo Lucca, sin embargo, hace un tiempo la conductora dio a conocer que perdió a dos bebés que esperaba, algo que sin duda han sido momentos muy difíciles para ella.

La famosa contó que su segundo bebé lo perdió en un aborto espontaneo, esto a los pocos días de haberse enterado que estaba embarazada.

“Me embarazo y Óscar titular del América, se va Ochoa y entra Óscar, yo dije: ‘este bebé trae torta bajo el brazo’. Todo iba perfecto y corte A: lo pierdo a los cuatro días que me había enterado. Voy al baño y ya estaba embarazada. Fui a un centro comercial y de repente me empecé a sentir mal y regreso a mi casa, voy al baño y estaba toda ensangrentada y cuando veo, digo: ‘¿qué es esto?’, ya no había nada, ya no había embarazo. Le llamo a mi doctor, me dijo que era un aborto espontaneo, que era normal”, dijo en entrevista con Yordi Rosado.

La conductora también recordó el doloroso momento en el que perdió a su tercer bebé cuando tenía dos meses de embarazo.

“Seguimos buscando bebés, meses después me vuelvo a embarazar, sale positiva la prueba y una marca quiso comprar mi embarazo. Yo tenía ocho semanas, que son dos meses y la marca de ya hazlo público”.

Mariana Echeverría dijo que cuando hizo público su embarazo, poco después fue al doctor y no escucharon los latidos de su bebé, por lo que le dijeron a ella y a su esposo que probablemente su bebé no tenía dos meses y que debía regresar después.

“Esas dos semanas fue un infierno y yo hablaba con él y decía que todo iba a estar bien. Llegamos al ultrasonido y no se escucha el corazón y me dice el doctor que no hay latido. Tienen que ser muy fríos y me dice que me dan una pastilla para expulsarlo en el baño, ya me había tocado expulsar uno en el baño y no lo vuelvo a pasar. Entonces fue el legrado, no sabía qué me esperaba”.

La famosa entre lágrimas contó que someterse al legrado fue muy doloroso, ya que ninguna mujer está preparada para ese momento.

“Voy al legrado al otro día, entramos dos, el bebé y yo, sales tan vacía, tan sola y tan triste. Es una invasión a tu cuerpo, sacarte un ser humano de tu cuerpo y es lo peor. Salí a la sala de recuperación y decía: ‘¿por qué a mí si deseo tanto un hijo?’. Es lo peor que le puede pasar a una mujer”.