La nueva familia real integrada por Meghan Markle, el príncipe Harry y su bebé, llegó al Castillo de Windsor para presentar al niño a la Reina Isabel II.
Los duques de Sussex, que se casaron en mayo pasado en Windsor tras casi dos años de noviazgo, declararon a la prensa que la experiencia es un «sueño» para ellos.
La familia posó ante los fotógrafos en el Castillo de Windsor, a donde acudieron para presentar el bebé a su bisabuela, la Reina Isabel II.
«Tengo a los dos mejores hombres del mundo, así que estoy muy contenta», afirmó Markle, de 37 años, que apareció con un vestido blanco, el cabello suelto y lo más increíble unos zapatos de salón color nude de unos 11 centímetros de altura.
Harry, de 34 años, afirmó no poder decir aún a quién se parece su hijo. El príncipe, que intercambiaba miradas con su esposa mientras presentaba al recién nacido a los fotógrafos, resaltó que espera pasar momentos especiales con el niño a medida que crece.
«Es genial, ser padre es increíble», dijo el hijo de la fallecida Lady Di y el príncipe Carlos. «Apenas han pasado dos días y medio, o tres días, pero estamos encantados de tener con nosotros a nuestro bebé, de poder pasar momentos preciosos con él y ahora verlo crecer», añadió mientras ambos veían embelesados a su hijo.
Cuando se le pidió que mostrara más la cara de su hijo a las cámaras, Meghan se echó a reír y Harry bromeó: «Tiene un poco de vello facial, maravilloso». Meghan agregó: «Gracias a todos por todos los buenos deseos».
El pequeño, el primer mestizo que nace en el seno de la familia real dado que la madre lo es, figura como séptimo en la línea sucesoria después de su padre, sus tres primos (George, Charlotte y Louis), su tío (William) y su abuelo (el príncipe Carlos).
La llegada de otro bebé a la monarquía británica ha generado una gran atención mediática en el Reino Unido y en el mundo entero.
La popular pareja y su niño viven en Frogmore Cottage, su casa ubicada en los terrenos de Windsor (a las afueras de Londres), que en los últimos meses fue sometida a una extensa renovación, que tuvo un costo de más de 3 millones de libras.
A diferencia de los duques de Cambridge, los de Sussex decidieron no comparecer ante los medios con el bebé en brazos el mismo día del nacimiento, una señal de que han optado por preservar la intimidad y evitar un gran despliegue de cámaras y fotógrafos.
La pareja se reunió con la reina Isabel II en el castillo de Windsor, lo que significa que el anuncio sobre el nombre de «Baby Sussex» será en las próximas horas.
Fuente: Infobae
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