Michael Jackson a 10 años de su muerte. Ha pasado una década del fallecimiento del ‘Rey del Pop’, una vida de luces y sombras.
Admirado por sus colegas, imitado por sus fans y perseguido por la justicia, Michael Jackson murió poco antes de estrenar su show más espectacular, dejando un legado incomparable en el mundo del entretenimiento.
Fue un innovador, un artista diferente, creador de un estilo. Nadie canta cómo él lo hacía y no hay bailarín que pueda igualar su moonwalk (caminata lunar), pero sus bajos instintos lo llevaron a cometer los actos más repugnantes.
No fue la justicia divina quien se cobró su vida, sino sus propias adicciones: murió hace diez años, a los 50, por una sobredosis del poderoso sedante Propofol. Michael no se inducía al sueño, él se anestesiaba.
Había nacido un 29 de agosto en Gary, Indiana, en una familia donde la música era el centro. A los seis años empezó a cantar y a los doce era el niño prodigio de los ‘Jackson Five’, el grupo que compartía con cuatro de sus hermanos. Él siempre dejó entrever en cada entrevista que lo invadía un gran vacío en su corazón, con los años tuvo sus hijos, hasta se casó en más de una oportunidad, pero esa oscuridad interior estaba ahí, latente.
Mientras tanto, los escenarios lo amaban. Michael Jackson se convirtió en un ícono a fuerza de talento y un marketing personal que no se había visto hasta su llegada al negocio de la música. Cada videoclip, cada canción, cada tapa de sus discos causaba sensación por su calidad e innovación. Diez años después, el material del menor de los Jackson sigue sorprendiendo.
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El 5 de marzo de 2009, se anunciaba una nueva gira mundial de Michael Jackson: This is it. Las entradas para el primer show se agotaron en una hora, el tour iba a ser de diez presentaciones y terminaron programándose 50. Por un lado, Michael retornaba luego de las acusaciones que recibió por abuso de menores (el tiempo y las pruebas le darían la razón a los denunciantes). Quería mostrarse bien. Además, estaba tapado de deudas y tenía que facturar.
Habían pasado ocho años de la salida de «Invincible», su último trabajo, y la empresa británica poseedora del gran estadio O2 lo apoyaba económicamente, pero le pedía una prueba física para conseguir el seguro por los shows.
El ejercicio duró cinco horas de actividad y salió ileso, pero su máquina interior ya estaba dañada. Nunca llegó a estrenar el espectáculo y ‘This is it’ se lanzó como un documental con imágenes de backstage tomadas entre marzo y junio del año de su muerte. Ese fue su acto final.
Fuente: Infobae
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