El pasado viernes 17 de noviembre, Taylor Swift ofreció el primero de sus cuatro conciertos en Brasil, en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. La cantante estadounidense, que está de gira por Sudamérica con su álbum «Red», llenó el recinto con más de 50.000 personas, que esperaban disfrutar de su música y su espectáculo.
Sin embargo, lo que debía ser una noche de diversión y emoción se convirtió en una pesadilla para muchos fans, que tuvieron que soportar unas condiciones climáticas extremas. Según los medios locales, la sensación térmica llegó a alcanzar los 60 grados centígrados, debido a la alta humedad y la falta de viento.
Muchos asistentes se desmayaron por el calor y la deshidratación, y tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos del estadio. Algunos incluso tuvieron que ser trasladados a hospitales cercanos. Pero lo más grave fue el caso de una joven de 23 años, que falleció en el concierto.
La víctima, identificada como Ana Carolina Oliveira, era una gran admiradora de Taylor Swift, y había viajado desde São Paulo para verla en directo. Según su familia, ella estaba sana y no tenía ninguna enfermedad previa. Sin embargo, durante el show, empezó a sentirse mal y se desplomó.
Fue llevada a la enfermería del estadio, donde recibió atención médica durante una hora. Pero su estado no mejoró, y sufrió tres paros cardíacos y una hemorragia pulmonar. Finalmente, fue trasladada al hospital Souza Aguiar, donde llegó sin vida.
La noticia causó una gran conmoción entre los fans de Taylor Swift, que expresaron su dolor y su solidaridad con la familia de Ana Carolina en las redes sociales. La propia cantante se pronunció al día siguiente del concierto, y dijo estar «devastada» por lo ocurrido.
«Estoy muy triste por la pérdida de una hermosa joven que vino a verme anoche. Mi corazón está con su familia y sus amigos. Les envío todo mi amor», escribió Taylor Swift en su cuenta de Twitter.
La organización del concierto también lamentó el fallecimiento de la fan, y aseguró que había cumplido con todas las normas de seguridad y salud exigidas por las autoridades. Sin embargo, ante las numerosas críticas y reclamos de los asistentes, que denunciaron la falta de agua potable, la prohibición de llevar botellas al estadio y la escasez de zonas con sombra, el jefe de la empresa responsable del evento pidió disculpas públicamente.
Serafim Abreu, director general de Time For Fun (T4F), reconoció en un video que podrían haber tomado medidas adicionales para garantizar el bienestar de los fans, como haber creado zonas de sombra en el área externa al estadio o haber cambiado el horario del show. También dijo que deberían haber enfatizado más en que los asistentes podían ingresar vasos de agua desechables al recinto.
«Pero, en cualquier caso, quiero pedir disculpas a todos aquellos que no tuvieron la mejor experiencia posible», añadió Abreu.
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Los conciertos previstos para el sábado 18 y el domingo 19 fueron aplazados al lunes 20 y al martes 21 respectivamente, debido a las condiciones climáticas adversas. Además, se modificó el horario de inicio de los shows, que pasaron a ser a las 20:30 en lugar de a las 19:30.
Abreu también afirmó que su empresa es consciente del cambio climático y sus efectos sobre los eventos al aire libre. Por eso, dijo que todo el sector debe replantearse su funcionamiento ante esta nueva realidad.
«Somos conscientes de que todo nuestro sector debe replantearse su funcionamiento ante esta nueva realidad. Sabemos que estos episodios serán cada vez más frecuentes debido al cambio climático. Estamos trabajando para adaptarnos a esta situación y ofrecer la mejor experiencia posible a nuestros clientes», concluyó.
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