Tito Fuentes habla de Molotov y lo que lo llevó a alejarse de sus compañeros, y los compromisos de la banda, para, de esa manera, atender no sólo la dependencia que generó hacía algunas sustancias tóxicas, sino a patrones de comportamiento que lo hirieron emocionalmente.
En entrevista con «Playboy México», el músico expresó cómo, algunas malas prácticas cotidianas, causaron el detrimento de su salud.
Tito, de nombre de pila Ismael, cuenta que fue el «rock and roll» y el descuido de su persona que lo llevó a una situación límite, a tal grado que, en su proceso de recuperación ha sido sometido a 11 cirugías.
«Al final, es una consecuencia de mis actos, llevó 30 años haciendo lo que se me dé la gana, sin cuidarme, ni física ni emocionalmente, entonces caí en la adicción, el alcoholismo, un montón de cosas muy destructivas por no saber hablarlas o tener tiempo de aterrizarlas», contó al medio.
En el arte y la terapia, el guitarrista ha encontrado sanación, sin embargo, tuvo que atravesar una serie de tropiezos, equívocos y la reproducción de patrones de comportamientos que lo destruyeron, como precisó.
«Entré en una autodestrucción silenciosa y me fui haciendo pedazos; a mí, la terapia me salvó la vida y el arte es lo más relajante que he encontrado», dijo.
Alejarse de Molotov que, en la actualidad se encuentra de gira por su 30° aniversario, no ha supuesto un sacrificio para el músico, quien tiene la firme convicción que, tomarse un tiempo para reparar en su salud mental, es lo que necesita para, un día, volver a reunirse con Miky, Randy y Paco, sus compañeros de agrupación.
«Decidí frenar, cuidarme y dejarlo todo a un lado, dejar la banda, dejar la música, (volveré) cien por ciento, Molotov, al final, es parte de mi vida, los conozco antes que a mi familia», destacó.
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