Como un secreto a voces, así se maneja la información de famosos que han trabajado en fiestas de narcotraficantes, y José José no es la excepción. Cuauhtémoc Sánchez, quien fuera guardaespaldas del intérprete e incluso su manager, relató algunos episodios donde sin tener idea de quién los contrataba, se presentaban en reuniones poco comunes.
“El trabajo de uno es vender una fecha, es asegurar tu anticipo, asegurar tu pago. Tú no preguntas regularmente, y en ese tiempo menos, no le preguntábamos a nadie a qué se dedican y así como había empresas particulares para ir a cantar a sus eventos en fin de año, comidas o aniversarios, lo que fuese, se les daba el servicio.
Te enterabas llegando al lugar, te das cuenta de que la cosa no era normal, nos pasó en Bogotá, Colombia y nos llevaron a un lugar, una islita, en avionetas, ya estaba todo el equipo… son organizadísimos, llegamos, trabajamos, José cantó 10 canciones y vámonos otra vez para Bogotá y al otro día a México”.
Sánchez relató que este tipo de situaciones también se presentaron en México, donde incluso estuvieron en mayor riesgo. “Nos pasó también en México, en Michoacán, en un palenque donde se rifaban pistolas, ‘metras’, cuando entramos José, fue exactamente un día después de los 25 años de José en el Premier, José bebió, se fue a la casa de su mujer y ahí estaba echando copita, y llegamos en un avión privado, aterrizamos y todo y José ya… entonces lo inyecté, lo dormí… le inyectaba vitaminas y ripason, ripason era un medicamento para el hígado para que no le fuera a dar cirrosis.
Cuando yo llegue José ya había pedido una botella del hotel, llegamos al palenque, José estaba mal se le olvidaba las letras de las canciones, el público enardecido con él, increíble que a José se le olvidaran”.
Y fue en este lugar donde a punta de pistola les exigieron que devolvieran el dinero que habían pagado al “Príncipe de la Canción”. “Pero la rifa de las armas eso me preocupó mucho y veías gente hasta con huaraches con un cuerno de chivo. Yo ya había cobrado, cuando estaba el show se me vienen encima a las gentes, devuélveme la maleta, la maleta se referían a la maleta del dinero, yo cobraba en mi maleta, todos llevábamos una maleta que decía José José, y yo le daba la maleta a otro compañero y él me daba la suya con un suéter o ropa y así lo hicimos”.
“Entonces me apuntaron, me dijeron dame la maleta y ahí muere, sale, le aviento la maleta le cae a un chavo ahí se echa a correr con la maleta, entonces se llevó la maleta de la ropa y yo llegue por José al hotel y por toda la gente, la saqué y nos fuimos al aeropuerto.
Al otro día llegaba a las 7 de la mañana el avión por nosotros, había niebla en el aeropuerto acá en México y no podíamos despegar, entonces llegaron hasta las 11:30 y mientras estábamos ahí, cuando nos subimos al avión, empieza a despegar, una fila de coches y camionetas, dijimos no pues no. A los 8 días íbamos a Uruapan, pues está a una hora, pues ellos caminando llegan, entonces ya pedí apoyo a la Policía Judicial Federal en ese tiempo”, agregó.
Por último, Cuauhtémoc Sánchez, en entrevista exclusiva para Ventaneando, comentó que negarse a trabajar con organizaciones delictivas es un tema muy delicado y difícil de manejar. “No lo puedes hacer, es muy difícil porque hieres susceptibilidades o desprecias o si ya te diste cuenta de quienes son y te pones al brinco… pues te matan, para ellos es muy fácil, y nosotros había que cuidarnos, yo cuidar a José y cuidarme yo también, sino quién cuidaba al otro, y cuidar a los músicos, era mucha gente la que viajábamos”.
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