En un comunicado emitido este martes, YouTube anunció que ha suspendido la monetización de todos los canales asociados con el cómico y actor británico Russell Brand, acusado de agredir sexualmente y maltratar psicológicamente a varias mujeres. La plataforma de videos por internet dijo que tomó esta medida por «violar» la «política de responsabilidad del creador», que exige a los usuarios respetar las normas de la comunidad y actuar con integridad fuera de la plataforma.
YouTube explicó que su decisión busca «proteger» a sus usuarios, empleados y ecosistema de los posibles daños que pueda causar el comportamiento de Brand, que tiene más de 6,6 millones de suscriptores en su canal principal, donde publica videos sobre temas como política, espiritualidad, salud mental y humor. Además, el actor cuenta con otros canales secundarios dedicados al fútbol, la meditación y el desarrollo personal, que suman unos 500.000 suscriptores.
La suspensión de YouTube se produce después de que el pasado domingo la Policía británica recibiera una denuncia por agresión sexual contra Brand, que se suma a las revelaciones de una investigación periodística que recogió los testimonios de cuatro mujeres que aseguran haber sido víctimas del actor entre 2006 y 2013. Según las declaraciones de las afectadas, Brand las sometió a actos sexuales no consentidos, les hizo comentarios ofensivos y humillantes y las manipuló emocionalmente.
Brand, de 48 años, ha negado las acusaciones y ha afirmado que todas sus relaciones sexuales han sido consensuadas. El actor, que se ha definido como un adicto al sexo en recuperación, ha reconocido en el pasado haber tenido problemas con las drogas y el alcohol, pero asegura que desde hace años lleva una vida sana y espiritual.
El caso de Brand ha generado una gran polémica en el Reino Unido y en las redes sociales, donde muchos usuarios han expresado su apoyo a las víctimas y han pedido que se haga justicia. Otros, en cambio, han defendido al actor y han cuestionado la veracidad de las denuncias. Algunos expertos han señalado que este escándalo podría afectar seriamente a la carrera profesional y a la reputación de Brand, que además de actor y cómico es escritor, activista y podcaster.
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