17 militares fueron detenidos como resultado del fallido golpe de estado en Bolivia. Tras conjurar la asonada, el Gobierno boliviano informó que todavía faltan más detenciones por realizar.
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En una conferencia de prensa dirigida por el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, se reveló un organigrama detallando la supuesta participación de varios militares, incluidos algunos en servicio pasivo, en la planificación de acciones desde mayo, destinadas a intervenir en la plaza Murillo de La Paz, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo.
Según las declaraciones del ministro, estos militares operaban bajo un plan estructurado en cuatro grupos: preparación y planificación, organización y coordinación, ejercicio de fuerza y consolidación del poder. Se destacó que el líder de esta supuesta operación fue Juan José Zúñiga, con el apoyo clave del destituido comandante de la Armada, Juan Arnez, además de un civil considerado como uno de los ideólogos del plan.
Durante la presentación ante los medios, uno de los acusados declaró estar en «huelga de hambre seca» en protesta por la supuesta vulneración de sus derechos y falta de acceso a una defensa adecuada. Entre los detenidos figuran altos mandos militares, como el comandante del Regimiento Colorados de Bolivia y el encargado del cuartel de Viacha, desde donde se movilizaron vehículos blindados hacia la plaza Murillo.
El ministro del Castillo enfatizó que la prioridad del Gobierno y la Policía es la captura de todos los involucrados en la presunta planificación del golpe de Estado, incluyendo tres militares en servicio pasivo y un mayor del Ejército.
Además, se está evaluando la inclusión de cargos como la destrucción de bienes del estado por el uso de tanquetas que impactaron el Palacio de Gobierno, además de acusaciones por alzamiento armado, atentado contra el presidente y terrorismo.
El incidente, que se desarrolló con la toma de la plaza Murillo por parte de militares armados bajo las órdenes de Zúñiga, sumió a Bolivia en horas de incertidumbre antes de que el presidente Arce lograra mantener el control y relevase a todo el alto mando militar. La situación generó una condena internacional mientras que la oposición y seguidores del expresidente Evo Morales acusaron al gobierno de Arce de un «autogolpe» planeado.
17 militares fueron detenidos tras conjura de golpe de estado en Bolivia
Con Información de Agencias
