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Admite Israel haber asesinado a sus propios ciudadanos

Admite Israel haber asesinado a sus propios ciudadanos
Admite Israel haber asesinado a sus propios ciudadanos

Una investigación de la policía israelí sobre el ataque de Hamás al festival de música Nova, cerca de la frontera con Gaza, el 7 de octubre de 2023, reveló que un helicóptero de ataque israelí mató a algunos de los asistentes, informó el periódico israelí Haaretz.

Según una fuente policial, la investigación del incidente reveló que un helicóptero de combate israelí que llegó al lugar desde la base de Ramat David disparó contra combatientes de Hamás y otros palestinos que cruzaron la valla fronteriza de Gaza a Israel, pero también disparó contra algunos de los israelíes ahí reunidos.

De acuerdo a las videograbaciones se revela que Israel usando helicópteros Apache fue quien disparó a los asistentes del festival Rave el pasado 7 de octubre. Se han difundido imágenes de un helicóptero israelí matando a muchas personas en el concierto del 7 de octubre en Israel.

Básicamente, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dispararon contra todos los que huían de ese concierto utilizando helicópteros.

Testigos visuales afirman que el 7 de octubre, las Fuerzas de Defensa de Israel dispararon indiscriminadamente contra Hamás mientras estos realizaban su incursión, por lo que también mataron a sus propios ciudadanos que estaban siendo secuestrados.

Una de las testigos que dio esta información se llama Yasmin Borat y sobrevivió a un enfrentamiento con rehenes en Be’eri, donde tuvo lugar el secuestro de israelíes por parte de Hamás. Danielle Rachiel también hizo las mismas acusaciones: ella fue una de las asistentes al festival de música que sí logró escapar, pero cuando llegó a su coche, las «FDI» dispararon contra ella, hasta que se identificó en hebreo.

El mayor periódico en Israel, Yedioth Ahronoth, publicó que «los pilotos tenían una dificultad tremenda en distinguir en los asentamientos quién era terrorista, quién era soldado y quién civil, por lo que los pilotos empezaron a disminuir los ataques y seleccionar con más cuidado a los objetivos.

Israel admitió que algunos de los participantes asesinados en un festival de música cerca de las fronteras de la Franja de Gaza no fueron asesinados por Hamás, sino por un piloto de helicóptero Apache que confundió a las personas que huían con militantes de Hamás.

Anteriormente, los israelíes también testificaron que algunos de los muertos en la frontera fueron asesinados por las FDI durante el estallido de los combates, cayendo entre dos fuegos.

De acuerdo a los videos algunos de los civiles israelíes en el concierto de Rave, fueron acribillados y quemados vivos en sus autos por helicópteros Apache del ejército de su propio gobierno.

El piloto de un helicóptero Apache reflexionó sobre el tortuoso dilema de disparar contra personas y automóviles que regresaban a Gaza. Sabía que muchos de esos vehículos podrían haber contenido cautivos israelíes. Pero decidió abrir fuego de todos modos.

“Elijo objetivos así”, reflexionó el piloto, “donde me digo a mí mismo que la posibilidad de disparar aquí también contra rehenes es baja”.

Sin embargo, admitió que su criterio “no fue al 100%”.

Israel acusa a fotógrafos gazatíes de la prensa extranjera por filmar el ataque de Hamas. El Gobierno de Israel exigió explicaciones a las agencias internacionales de noticias AP y Reuters, así como a la cadena CNN y al diario The New York Times, por haber utilizado imágenes de periodistas gazatíes que cruzaron la frontera durante el ataque de Hamas en suelo israelí el 7 de octubre, y acusa a esos reporteros de complicidad en los crímenes.

«Cuatro fotógrafos que trabajan para estos medios documentaron los horrores perpetrados por los terroristas de Hamas tras traspasar la valla fronteriza» entre Israel y la Franja de Gaza, indica un comunicado de la Oficina de Prensa del Gobierno de Israel (GPO).

En ese parte, el jefe de la GPO, Nitzán Chen, exige explicaciones a los jefes de las oficinas de AP, Reuters, CNN y The New York Times, al asegurar que sus periodistas «filmaron el asesinato de civiles, el abuso de cadáveres y el secuestro de hombres y mujeres», algo que consideró «cruza todas las líneas rojas, profesionales y de moral».

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