Nueva York/Hong Kong.- Los mercados de valores del mundo sufrieron fuertes pérdidas este lunes, tras el anuncio del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de aumentar de nuevo los aranceles a los productos chinos, lo que ha situado las negociaciones para acabar con la guerra comercial entre ambos países al borde del colapso. Wall Street abrió este lunes con pérdidas y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, descendía un 1.45 por ciento, en tanto que el peso mexicano abrió con una depreciación del 0.74 por ciento.
Numerosas empresas multinacionales sufrieron aparatosos reveses bursátiles el lunes luego que el presidente estadounidense Donald Trump amenazó con imponer más aranceles a los productos chinos, agravando las probabilidades de una guerra comercial que podría desembocar en mayores precios al consumidor.
Las tensiones podrían afectar a todo el que compre un refrigerador, un automóvil, un iPhone o cualquier producto que dependa de un chip electrónico. Es posible que las empresas que importan materiales de China le pasen la carga al consumidor, es posible que no, pero lo seguro es que algo harán para compensar por sus mayores costos, quizás incluso eliminando empleos.
Goldman Sachs duplicó sus probabilidades de que Estados Unidos impondrá aranceles a las importaciones de vehículos este año y disminuyó su pronóstico de que habrá un nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá. El Tratado se conoce como T-MEC, TLCAN 2.0 o NAFTA 2.0.
“La disposición del presidente de causar inestabilidad en el mercado al amenazar con un inesperado aumento de los aranceles indica que posiblemente está también dispuesto a crear la inestabilidad que conllevarían nuevos aranceles a los vehículos o una decisión de retirarse del TLCAN”, dijo Goldman Sachs en un estudio publicado el fin de semana.
El índice Hang Seng del mercado de Hong Kong cayó un 2.90 por ciento al cierre. Por su parte, la Bolsa de Shanghái cerró con unas pérdidas del 5.58 por ciento, mientras que el parqué de Shenzhen, la segunda bolsa de China, encajaba un descenso del 7.56 al final de la sesión.
En Europa, la Bolsa de Fráncfort (Alemania) abrió a la baja y su índice selectivo DAX 30 retrocedió un 1.94 por ciento, hasta los 12 mil 171.90 puntos. En tanto, la Bolsa española abrió este lunes con fuertes pérdidas del 1.60 por ciento y se situó en los 9 mil 258.90 puntos.
En la Bolsa de Milán su índice selectivo, FTSE MIB, cedía un 1.81 por ciento hasta situarse en los 21 mil 368.80 puntos.
El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) también registró este lunes una pérdida de 361 puntos (0.82 por ciento) para ubicarse en 43 mil 916.24 unidades al inicio de la sesión bursátil. En los primeros minutos se intercambiaron unos 10,1 millones de títulos por los que se pagaron 258.6 millones de pesos mexicanos (unos 13.6 millones de dólares).
Media hora después del comienzo de las operaciones del mercado estadounidense, el Dow Jones restaba 385.51 puntos, hasta 26 mil 119.44 unidades, a la vez que el selectivo S&P 500 descendía un 1.37 por ciento o 40.31 unidades, hasta 2 mil 905.33 enteros. El índice compuesto del mercado Nasdaq, en el que cotizan los principales grupos tecnológicos, era el que más retrocedía, un 1.61 por ciento o 131.37 puntos, hasta 8 mil 32.62.
La divisa mexicana inició la sesión con una depreciación de 14 centavos, cotizando alrededor de 19.06 pesos por dólar, frente al regreso de la aversión al riesgo en los mercados financieros globales. En ventanillas, el dólar se vende hasta en 19.35 pesos.
El euro inició la sesión con una depreciación de 0.11 por ciento, cotizando alrededor de 1.1186 dólares por euro. Por su parte, la libra esterlina muestra una depreciación de 0.62 por ciento cotizando en 1.3091 dólares por libra.
Desde finales de febrero, el yuan se había mantenido casi sin cambios frente al dólar, debido a la especulación de que las dos economías más grandes del mundo se estaban acercando a un acuerdo comercial.
La moneda se ha convertido también en parte de las negociaciones después de que EU expresara su preocupación por que Pekín estuviese depreciando deliberadamente su moneda.
China respondió hoy con tibieza a la subida de aranceles anunciada por Donald Trump y, en lugar de contraatacar como en otras ocasiones, se limitó a confirmar que una delegación viajará próximamente a Estados Unidos para continuar con las negociaciones, aunque no quiso especificar cuándo.
Ni el Ministerio de Comercio anunció nuevos aranceles ni hubo respuesta contundente por parte del Gobierno de Xi Jinping: la reacción de China al arrebato de Trump fue pausada y escueta.
Preguntado por los periodistas en la rueda de prensa diaria, el portavoz de Exteriores, Geng Shuang, afirmó que la delegación china “está preparando el viaje”, aunque no precisó si este se llevará a cabo el próximo miércoles, como estaba previsto.
Tampoco afirmó que China vaya a contraatacar, como ha sucedido en ocasiones previas, cuando a cada imposición de aranceles estadounidenses le siguieron medidas similares por parte de Pekín bajo la premisa gubernamental de “responder con la misma fuerza y contundencia”.
“Esta situación de subida de aranceles por parte de Estados Unidos ha sucedido muchas veces antes”, pero la posición de China “siempre ha sido clara”, aunque “la de Estados Unidos no lo ha sido tanto”, apuntó hoy Geng.
El portavoz se negó a responder a numerosas de las preguntas al respecto y se limitó a afirmar que espera que ambos países sigan trabajando juntos para un acuerdo “de beneficio mutuo” y “que vaya también en el interés de Estados Unidos y de la comunidad internacional”.
Horas antes de las declaraciones de Geng, el diario independiente South China Morning Post y algunos otros medios económicos habían afirmado, citando fuentes oficiales, que China estaba estudiando retrasar o cancelar las negociaciones comerciales en las que iba a participar una delegación del país esta semana en Washington.
Todo ello después de que el Presidente estadounidense anunciara el domingo, a través de un incendiario mensaje en la red social Twitter, que su país aumentará el próximo viernes del 10 al 25 por ciento los aranceles sobre China en bienes de importación al considerar que las negociaciones entre ambas potencias van demasiado lentas.
Trump advirtió a finales del año pasado de que, si no alcanzaba un acuerdo con China antes del 1 de marzo, subiría la tasa, pero finalmente optó por prorrogar este plazo para dar margen a las negociaciones.
Tras complicados meses de ataques mutuos, el pasado 1 de diciembre, en el marco de la cumbre del G-20 en Buenos Aires, Trump y el Presidente chino, Xi Jinping, acordaron una tregua para tratar de solucionar la guerra arancelaria que comenzó hace ya un año.
La semana pasada se celebró en Pekín la última de las rondas de negociación, encabezada por el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, quien declaró que la cita había sido “muy productiva”.
Todo parecía indicar que, tras el viaje a Washington de esta semana de la delegación china encabezada por el viceprimer ministro chino, Liu He, iba a poder firmarse un acuerdo definitivo.
Sin embargo, el anuncio de Trump ha enturbiado las negociaciones y ha provocado también una debacle en los mercados de valores chinos, que se desplomaron este lunes.
En los últimos meses, como parte de las negociaciones, Pekín ha adoptado medidas de buena voluntad, como la bajada de aranceles a los vehículos importados de EU, la reanudación de la compra de soja o la presentación de un proyecto de ley para prohibir la transferencia forzada de tecnología.
Además se ha dado prisa por aprobar una nueva ley de inversión extranjera, que debe aún concretarse, pero que va en la dirección de satisfacer las exigencias occidentales.
La agenda para la que será la undécima ronda de negociaciones apuntaba que las reuniones arrancarían el 8 de mayo, misma jornada en la que se celebrará en Canadá la vista de extradición a EU de la directora financiera de la compañía china Huawei, Meng Wanzhou.
Meng, que se encuentra en libertad bajo fianza, fue arrestada el 1 de diciembre de 2018 a petición de Estados Unidos cuando hacía escala en Vancouver y está acusada de fraude para violar las sanciones comerciales impuestas por Washington contra Irán.
Trump sugirió el pasado diciembre que usaría el caso de Meng como una herramienta en las negociaciones comerciales con China.
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