Agentes de la Fiscalía de Colombia aseguraron, gracias a un trabajo conjunto con la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en ingles) y el Ejército, un jet con más de una tonelada de cocaína que, de acuerdo con las indagatorias, sería recibido por personas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Un complejo narcotraficante en zona rural de Tumaco (Nariño), en junio del año pasado, permitió al Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía General de la Nación, conocer la ruta y el andamiaje criminal dispuesto para procesar y sacar toneladas de clorhidrato de cocaína con destino a Centroamérica.
Los investigadores ubicaron en el laboratorio varias marquillas utilizadas para identificar los bloques de estupefacientes. Una de estas tenía el logo G1, que al parecer, salían de centros de producción ilegal en Tumaco, en diferentes cantidades que no superaban los 100 kilogramos.
La sustancia era camuflada en vehículos de carga y trasladada a Cúcuta (Norte de Santander), donde, supuestamente, se acopiaba hasta completar la tonelada y coordinar su paso a Venezuela.
De acuerdo con el material de prueba, toda la actividad ilícita era articulada por la estructura disidente de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), conocida como Nueva Marquetalia.
Con esta información, se advirtió sobre un jet G3 con un cargamento de clorhidrato de cocaína, que había despegado de una pista clandestina ubicada en territorio venezolano.
Autoridades internacionales detectaron la aeronave y la obligaron a aterrizar en Petén, Guatemala. En las inspecciones fueron encontrados mil 28 kilogramos de cocaína; los bloques de la sustancia tenían la marquilla G1.
El estupefaciente era esperado por contactos del CJNG, liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.
En dicha incautación de droga, dada a conocer por la Fiscalía General de la Nación de Colombia, este 10 de enero, en la cual se interceptó en Guatemala más de una tonelada de cocaína, reveló que existen un modus operandi con el cual las disidencias de las FARC, estarían sacando el alcaloide desde las selvas colombianas con destino a México.
La modalidad contaría con jets privados de lujo, utilizados comúnmente para transporte ejecutivo en Estados Unidos y América Latina.
De acuerdo con información del ente de investigación colombiano, en las últimas horas, autoridades del país de Guatemala lograron interceptar un narcojet, luego de un trabajo en conjunto CTI de la Fiscalía General de la Nación, con el Ejército Nacional y la DEA, en el que logró establecer la ruta que realizaba el alcaloide desde un complejo de fabricación en zona rural de Tumaco, en la frontera con Ecuador.
El hallazgo del mencionado complejo se dio en junio de 2021, cuando investigadores encontraron un gigantesco laboratorio con varias marquillas utilizadas para identificar los bloques de estupefacientes. Una de estas tenía el logo ‘G1’, desde entonces empezó la tarea de saber a dónde llegaban dichos cargamentos.
Las investigaciones revelaron que los alijos rotulados como ‘G1’, al parecer, salían de centros de producción ilegal en Tumaco, en diferentes cantidades que no superan los 100 kilogramos. La sustancia era camuflada en vehículos de carga y trasladada a Cúcuta (Norte de Santander), donde, supuestamente, se acopiaba hasta completar la tonelada y coordinar su paso a Venezuela.
Una vez este cargamento pasaba la frontera, integrantes de las disidencias de las FARC, conocida como la Segunda Marquetalia, encabezada por Iván Márquez, se encargan de hacer el embalaje en jets de alta gama. Es aquí, cuando la Fiscalía conoce del vuelo de un jet G3 con un cargamento de clorhidrato de cocaína, que había despegado de una pista clandestina ubicada en territorio venezolano.
Autoridades internacionales detectaron la aeronave y la obligaron a aterrizar en Petén (Guatemala). En las inspecciones fueron encontrados 1,028 kilogramos de cocaína. Los bloques de la sustancia tenían la marquilla G1.
Sin embargo, el diario El Tiempo conoció que este no sería el único cargamento que se habría incautado en las mismas condiciones, de acuerdo con el medio bogotano, se estableció que ya van tres con similares rutas y características.
El pasado 15 de diciembre, autoridades lograron localizar un “narcojet” en Sayaxché, Petén, en donde las fuerzas de seguridad de Guatemala hallaron paquetes de cocaína y también fueron localizados en el lugar dos vehículos que, al parecer, serían utilizados para realizar el traslado del alijo.
Asimismo, se dio a conocer que el pasado 5 de noviembre interceptaron del vuelo de un lujoso jet, el cual era utilizado por la mafia y aterrizó de manera clandestina en una pista de Champerico, en Retalhuleu (Ciudad de Guatemala). La aeronave abandonada era un jet, con matrícula N42FL, en su momento, se informó que aparece un avión con esa misma matrícula y corresponde a un lujoso Gulfstream III con capacidad para 12 pasajeros.
Entre los últimos alijos o bloques que han logrado incautar las autoridades, se han encontrado con algunos que tienen las siglas BMW, tema en el que están trabajando investigadores de la DEA, tareas con las que pretenden registrar las pistas y trayectos que hacen la mafia.
Según registros oficiales, de enero a octubre de 2021, el Ejército de Guatemala incautó 16 aeronaves que ingresaron ilegalmente a su territorio nacional con cocaína.
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Esta entrada fue modificada por última vez en miércoles, 12 de enero, 2022
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