Un atentado con coche bomba ocurrido el lunes provocó la muerte de otro alto oficial del ejército ruso en lo que representa el tercer asesinato de un mando militar de ese rango registrado en el último año. Las autoridades rusas informaron que analizan diversas hipótesis y no descartan la posible implicación de Ucrania en el ataque.
El Comité de Investigación de Rusia confirmó que el teniente general Fanil Sarvarov, responsable de la Dirección de Entrenamiento Operacional del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, murió a consecuencia de las heridas sufridas en la explosión.
La portavoz oficial del organismo, Svetlana Petrenko, señaló que el caso sigue bajo investigación activa y que se evalúan múltiples escenarios. “Una de ellas es que el crimen fue orquestado por los servicios de inteligencia ucranianos», afirmó.
Desde el inicio de la ofensiva militar rusa en Ucrania, hace casi cuatro años, Moscú ha responsabilizado en repetidas ocasiones a Kiev por asesinatos selectivos de oficiales militares y otras figuras relevantes dentro del aparato de poder de Rusia.
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En algunos episodios anteriores, las autoridades ucranianas han reconocido su participación, aunque hasta el momento no han emitido declaraciones sobre el ataque ocurrido el lunes.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, indicó que el presidente Vladímir Putin fue informado de inmediato sobre la muerte de Sarvarov. El general había participado en operaciones militares en Chechenia y formó parte de la intervención rusa en Siria, de acuerdo con fuentes oficiales.
El atentado se suma a otros casos recientes que han elevado la tensión entre ambos países. El 17 de diciembre de 2024, el teniente general Igor Kirillov, jefe de las fuerzas de protección nuclear, biológica y química, murió tras la explosión de un artefacto oculto en una patineta eléctrica frente a su edificio residencial.
En ese ataque también falleció su asistente. El servicio de seguridad de Ucrania se atribuyó la autoría y un ciudadano uzbeko fue detenido como presunto ejecutor.
Tras ese episodio, Putin calificó el asesinato de Kirillov como un “grave error” de las agencias de seguridad rusas y pidió mejorar su desempeño, lo cual aparentemente no ha ocurrido hasta la fecha.
En abril, otro oficial de alto rango, el teniente general Yaroslav Moskalik, subdirector del departamento operativo principal del Estado Mayor, murió al estallar una bomba colocada en su vehículo estacionado cerca de su domicilio en las afueras de Moscú. Un sospechoso fue arrestado poco después.
Días más tarde, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy afirmó haber recibido un informe sobre la “liquidación” de altos mandos militares rusos y añadió que “la justicia inevitablemente llega”, sin mencionar nombres concretos.
En paralelo, Ucrania ha recurrido a operaciones asimétricas para contrarrestar la superioridad militar rusa, incluidas incursiones sorpresa, ataques con drones y ofensivas contra la flota rusa en el mar Negro.
Mientras tanto, gobiernos occidentales acusan a Moscú de promover actos de sabotaje en Europa, acusaciones que Rusia ha rechazado de manera reiterada.
Con Información de Agencias

