Caravana de migrantes hondureños reanudan el sueño americano.
Luego de una pausa obligada por restricciones fronterizas y de movilidad impuestas por la pandemia del Covid-19, las caravanas irregulares de migrantes que viajan de Centroamérica a México y Estados Unidos, se reanudaron este miércoles por la noche en Honduras con aproximadamente tres mil personas.
Los hondureños partieron la noche del miércoles hacia Estados Unidos desafiando la pandemia del coronavirus, huyendo del desempleo y en busca de mejores condiciones de vida, de acuerdo con medios de la localidad.
Los migrantes despegaron a pie de la terminal de buses de a San Pedro Sula, la segunda ciudad de Honduras, situada 180 kilómetros al norte de Tegucigalpa.
Miembros de la Cruz Roja Hondureña, que abastecían a los migrantes de documentos de orientación para la travesía y medicamentos básicos, dieron a conocer que contabilizaron unos 1.200 en un primer grupo y cerca de 2.000 en un segundo que partió horas después.
Un grupo se reunió desde las 14:00 horas (15:00 en el centro de México) en los alrededores de la Gran Central Metropolitana, estación de autobuses de San Pedro Sula.
La meta inicial era emprender la marcha en la madrugada rumbo a una primera escala en suelo guatemalteco para intentar penetrar a México y a Estados Unidos, pero sorpresivamente los viajeros empezaron a trasladarse este miércoles aproximadamente a las 19:40 horas hacia Corinto.
Caravana de migrantes hondureños reanudan el sueño americano
La AFP constató que todos avanzaban a pie por grupos a la orilla de la carretera hacia la frontera con Guatemala por la aduana de Corinto, por momentos bajo llovizna.
Guatemala reabrió el 18 de septiembre sus fronteras terrestres tras mantenerlas cerradas desde el 13 de marzo por el Covid-19. Hondureños, salvadoreños, guatemaltecos y nicaragüenses tienen libre ingreso a Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua.
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Las caminatas fueron repudiadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su política antimigrante. Los migrantes, por su parte, argumentan que huyen de la represión política, la crisis socioeconómica y la inseguridad.
Los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador no han logrado evitar que sus ciudadanos se unan a las caravanas.
«Nosotros no le ponemos mente a eso de la pandemia, es en lo último que uno piensa. Queremos sacar adelante a la familia», dijo a la AFP Jefrey Amaya, de 20 años, quien llegó a la terminal en un grupo de siete jóvenes desde la comunidad de El Negrito, departamento de Yoro, a unos 20 kilómetros de San Pedro Sula.