En todo el país se manifestaron contra la ley de seguridad, en la capital de Francia se desató la violencia que dejó policías lesionados.
La nación francesa se convulsionó este sábado cuando miles de personas salieron a protestar contra el proyecto de ley de seguridad, la inconformidad produjo choques violentos entre manifestantes y policías antimotines en Paris capital del país.
El reporte oficial estima que participaron 130 mil personas en todo Francia, así lo informó el Ministerio del Interior, sin embargo, los organizadores de la denominada «Marcha de las Libertades», aseguraron que fueron al menos medio millón de participantes.
La mayoría de las demostraciones de violencia, sucedieron en la capital francesa, pues en el interior del país las marchas se realizaron en relativa calma, no así en Paris donde hordas de manifestantes de negro arrasaron con el centro de la ciudad prendiendo fuego a los vehículos que encontraban a sus paso, e incluso a las puertas del Banco de Francia.
Ante la furia ciudadana, la policía respondió con gases lacrimógenos y cañones de agua, pero la abrumadora mayoría de manifestantes causó que 37 uniformados resultaran lesionados según información del ministro del interior Gérald Darmanin.
El meollo de la inconformidad popular es principalmente contra tres de los artículos de la ley de seguridad global, que restringe la difusión de la imagen de la policía, el uso de drones así como imágenes de las fuerzas del orden tomadas por ciudadanos con sus teléfonos móviles, y las sanciona fuertemente.
De hecho, una de estas estratosféricas multas contenidas en el artículo 24 del texto castiga con un año de cárcel y multas de hasta 45.000 euros (54.000 dólares) por la difusión «malintencionada» de imágenes de las fuerzas del orden.
Ante esto, los organizadores señalaron que «Es el pueblo de la libertad que marchó por toda Francia para decirle al gobierno que no quiere su ley de Seguridad global, que se niega a la vigilancia generalizada y a los aviones teledirigidos, que quiere poder filmar y retransmitir las intervenciones de las fuerzas de policía».
La excusa del gobierno de Macron, sostiene que estas leyes pretenden proteger a la policía de llamados al odio y a muerte en las redes sociales, pero sus detractores sostienen que con esto muchos casos de violencia policial quedarían impunes, si no hubieran sido grabados por las cámaras de periodistas o por los teléfonos de los ciudadanos, y por ello la repulsa a esta ley.
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Con Información de DW.com
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