El colapso de un edificio habitacional de siete pisos en la ciudad industrial turca de Gebze la madrugada del miércoles dejó hasta el momento dos muertos y por lo menos tres personas atrapadas según informaron las autoridades de Turquía.
El gobernador de Gebze, Ilhami Aktas, confirmó que las cinco personas afectadas pertenecían al mismo núcleo familiar. De acuerdo con el canal público TRT, se trata de un hombre de 43 años, una mujer de 37 y sus tres hijos.
En la zona continúan trabajando unos 627 rescatistas, movilizados de distintas regiones para apoyar las labores de búsqueda y rescate que continúan a contrarreloj para lograr el rescate de los atrapados entre los escombros.
Los equipos de emergencia lograron recuperar el cuerpo de Muhammed Emir Bilir, un niño de 12 años, mientras que la segunda víctima aún no había sido identificada al cierre del informe, indicó el medio estatal.
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Aunque la causa del derrumbe sigue sin determinarse, la agencia Anadolu señaló que las investigaciones están en marcha. No obstante, el alcalde de Gebze, Zinnur Büyükgöz, insinuó que el siniestro podría estar vinculado con las obras del metro en construcción que se desarrollan en las cercanías del edificio. “Podría estar relacionado con los trabajos subterráneos del metro”, comentó el funcionario a la prensa local.
Gebze se ubica sobre la falla del norte de Anatolia, una de las zonas sísmicas más activas del país. La ciudad fue gravemente afectada por el devastador terremoto de 1999, de magnitud 7,6, que dejó cerca de 18.000 muertos en toda la región.
Expertos en ingeniería civil y seguridad estructural han advertido durante años que la deficiente aplicación de los códigos de construcción modernos en Turquía incrementa el riesgo de tragedias como esta, especialmente en zonas propensas a movimientos telúricos.
El país ha vivido episodios similares recientemente. Apenas en enero pasado, el colapso de un edificio similar de cuatro pisos en la ciudad de Konya dejó dos víctimas mortales.
Los comerciantes que ocupaban la planta baja enfrentan actualmente un juicio por presuntamente haber retirado columnas de soporte para ampliar sus locales, una práctica ilegal que, de confirmarse, podría costarles hasta 22 años de prisión.
Con Información de Agencias
