Decretan libertad de Lula Da Silva tras el fallo del Tribunal Supremo – La Justicia brasileña autorizó este viernes la libertad del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado desde hace 1 año y 7 meses, después de la decisión adoptada la víspera por el Tribunal Supremo de Brasil.
La excarcelación de Lula fue solicitada hoy por su defensa, en base a un fallo adoptado la noche del jueves por la máxima corte del país, que, en una ajustada votación por 6 a 5, determinó que la prisión de una persona condenada antes de que se agoten todos los recursos es inconstitucional.
Lula se encontraba entre rejas desde el 7 de abril de 2018, cuando comenzó a cumplir una pena de ocho años y diez meses por corrupción tras ser condenado en segunda instancia, acusado de recibir a manera de soborno un apartamento de playa de la constructora OAS a cambio de beneficios para la adjudicación de contratos con Petrobras.
El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, quien podría salir de la cárcel de manera inminente tras una decisión de la Corte Suprema, tendrá que hacer un trabajo “muy grande” para reagrupar a la oposición, una vez consiga la libertad, según afirmó su hermano Frei Chico en declaraciones a Efe.
“Lula debe salir, y cuando salga, tendrá que hacer un trabajo muy grande para reagrupar las fuerzas democráticas, no solo la izquierda, tienen que ser todas las fuerzas democráticas”, señaló José Ferreira da Silva, más conocido como Frei Chico.
No obstante, afirmó que no será una tarea fácil porque aún encontrará “muchos obstáculos” por el camino para ello, entre los que citó una parte de la prensa que aún tiene un actitud “odiosa” hacia el Partido de los Trabajadores (PT), que fundó y lidera Lula.
“No va a ser algo tan simple, salir y ya. Él (Lula) tiene que montar un frente de oposición de personas demócratas, de varios partidos y corrientes de pensamiento para intentar salvar Brasil”, indicó.
Frei Chico fue el responsable de introducir a su hermano en la vida sindical en plena dictadura militar (1964-1985), desde donde dio el salto a la política hasta convertirse en el presidente más popular de la historia de Brasil (2003-2010).
Lula cumple desde abril de 2018 una pena de 8 años y 10 meses de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero, en una celda de la Superintendencia de la Policía Federal de la ciudad de Curitiba.
El exmandatario ingresó en prisión poco después de que un tribunal de apelaciones ratificó su condena, en función de una decisión del Supremo que permitía la ejecución de la pena una vez confirmada en segunda instancia y aún con recursos pendientes en otras cortes superiores.
Sin embargo, el Supremo dejó sin efectos esa medida anoche, cuando decidió que los condenados solo podrán ingresar en la cárcel cuando la sentencia sea firme, es decir, cuando ya no queden más recursos disponibles en ninguna de las cuatro instancias judiciales de Brasil.
Esa decisión del Supremo, tomada en una ajustadísima votación (6-5), le abrió la puerta de la cárcel a Lula y a miles de presos más.
«Considero que algunos jueces (del Supremo) tuvieron mucho coraje al enfrentar la reacción anticonstitucional que está en desarrollo», indicó Frei Chico, en una conversación telefónica con Efe.
Asimismo, cree que su hermano «podría salir este mismo viernes, mañana o el lunes».
«La previsión de salir hoy es grande porque es simplemente una decisión de una juez para que la Policía Federal lo libere, punto. No hay ningún secreto, pero vamos a esperar», añadió.
Frei Chico también dijo que no irá a Curitiba para ver salir a su hermano y que le esperará en Sao Paulo.
«Lo primero que haré será darle un abrazo y si puede ser, tomar una cachaça. Hay mucha gente que quiere verle, entonces no quiere dificultarle en nada», manifestó.
Además, considera que no tardará mucho en decretarse su libertad porque los tribunales de Curitiba, donde se concentran las investigaciones en primera instancia de la operación Lava Jato, por la que fue condenado Lula, han sufrido cierto «desgaste» y no tienen la «solidez» de años atrás.
En este sentido, citó los mensajes filtrados por el portal The Intercept Brasil, que revelaron presuntas conversaciones entre el exjuez Sergio Moro, que le condenó en primera instancia y hoy es ministro de Justicia en el Gobierno de Jair Bolsonaro, y fiscales de la Lava Jato.
Esas presuntas conversaciones, mantenidas vía Telegram, muestran que Moro coordinó, de forma ilegal, los trabajos de los fiscales anticorrupción y ponen en duda su imparcialidad al frente de las investigaciones de la Lava Jato.
«Fue fundamental para desenmascarar lo que estaban haciendo porque Lula solo denunciando no resolvía el asunto, la izquierda no estaba resolviendo. El coraje de The Intercept fue importante para nosotros y para Brasil», expresó.
Con información de agencia EFE
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