Internacional

Diario de un depredador, Trump y su concurso: Miss Universo

La táctica usada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para acosar e intimidar a las concursantes de Miss Universo, Miss USA y Miss Teen USA, fue simple, ser el dueño de los certámenes por 20 años consecutivos.

A partir del año de 1997. Trump se apoderó de las competencias, con su característico instinto depredador, en el evento para adolescentes Miss Teen USA, un día entró sin permiso al vestuario donde niñas de hasta 15 años se encontraban en diversos estados de desnudez. «No se preocupen, chicas, ya lo he visto todo», fueron las palabras del hoy presidente estadounidense.

La narrativa de al menos cuatro jóvenes en 2016 al sitio Buzzfeed fue que el magnate entró tranquilamente en su camerino. Dos de ellas dijeron que las chicas se apresuraron a cubrirse, y una lo calificó de “impactante” y “escalofriante”. “Recuerdo ponerme el vestido rapidísimo porque pensé: ‘¡Dios mío, hay un hombre aquí!’”, contó Mariah Billado, ex Miss Vermont Teen USA.

“Siempre me salgo con la mía”

En una emisión del Show de Howard Stern el 11 de abril de 2005, Donald Trump presumió de algunos de los privilegios especiales que disfrutaba mientras era dueño del certamen Miss USA. No se dieron en un vestuario, sino en un camerino.

Orgulloso, Trump narró: “voy tras bambalinas antes de un espectáculo y todos se están vistiendo, preparándose y todo lo demás”, dijo. “Y, ya sabes, no hay hombres por ningún lado. Y puedo entrar porque soy el dueño del concurso. Y por lo tanto, lo estoy inspeccionando”.

Entre admiración y con un evidente rostro de asombro Stern le dijo: “Eres como un médico”.

Un fanfarrón Trump respondió: “¿Están todos bien? Sabes que están ahí de pie, sin ropa. Y ves a estas mujeres tan increíbles. Así que, en cierto modo, me salgo con la mía en ese tipo de cosas”.

Obligado a vender concursos

Donald Trump se vio obligado a vender la Organización Miss Universo —que también incluía Miss USA y Miss Teen USA— en 2015, después de que sus comentarios racistas sobre los mexicanos ahuyentaran a las cadenas NBC y Univisión. Sin embargo, Trump fue el dueño del concurso durante casi dos décadas, durante las cuales tuvo la oportunidad de contactar con casi 4 mil reinas de belleza. En gran parte de ese periodo, de hecho, presumió su amistad con el pederasta Jeffrey Epstein, quien se suicidó en 2019 mientras esperaba juicio por cargos federales de tráfico sexual.

El propio Trump se ha enfrentado a la justicia por su comportamiento sexual. En mayo de 2023 fue encontrado responsable del delito de abuso sexual contra la columnista E. Jean Carroll. De hecho, la revelación del episodio ocurrido en 1997 se dio en medio de la difusión de un video en el que Trump y el expresentador de Access Hollywood, Billy Bush, hablaban sobre agredir sexualmente a mujeres.

Las exconcursantes del certamen comentaron sus recuerdos del incidente después de que la ex Miss Arizona, Tasha Dixon, le contara a la afiliada de CBS en Los Ángeles que Trump entró al camerino de Miss USA en 2001 cuando ella era concursante. “Entró sin más”, dijo Dixon. “No hubo ni un segundo para ponerse una bata ni nada. Algunas chicas estaban en topless. Otras estaban desnudas. Lo vimos por primera vez cuando estábamos en el ensayo general, semidesnudas, poniéndonos los bikinis”.

Dixon continuó diciendo que los empleados de la Organización Miss Universo animaban a las concursantes a colmar de atenciones a Trump cuando entraba. “Que el dueño entrara bailando, cuando estábamos desnudas o semidesnudas, en una posición físicamente muy vulnerable, y luego la presión de sus empleados diciéndonos que lo aduláramos, que nos acercáramos, que le habláramos, que le llamáramos la atención…”.

En octubre de 2016, en el marco de la primera campaña presidencial de Trump, la revista Rolling Stone publicó un amplio artículo en el que recordó cómo en una aparición en 2005 en el programa de Howard Stern, Trump se jactó de su comportamiento abusivo. “Voy tras bambalinas antes de un espectáculo, y todas se están vistiendo, preparándose y todo lo demás”, dijo.

The Guardian publicó, a su vez, en marzo de 2020 otro episodio ocurrido en los 90: “El 1 de septiembre de 1991, un gran yate privado navegaba hacia la Estatua de la Libertad. Era una tarde despejada y ventosa, y desde la cubierta superior del Spirit of New York, se podía ver una dorada puesta de sol que se reflejaba en el horizonte de Manhattan. Abajo, la fiesta estaba en pleno apogeo. Decenas de adolescentes con vestidos de noche y minifaldas, algunas de tan solo 14 años, bailaban bajo luces de discoteca. Podría haber sido un baile de graduación de instituto, de no ser por la multitud de hombres mayores que las rodeaban”.

Los periodistas Lucy Osborne, Harry Davies y Stephanie Kirchgaessner consignador en una investigación especial que “a medida que avanzaba la noche, algunos hombres —muchos con la edad suficiente para ser los padres de las chicas, o incluso sus abuelos— se unieron a ellas en la pista de baile, apretándose contra ellas. Un hombre con traje y calvo abrazó a dos jóvenes modelos, mirando con lascivia a una cámara que documentaba la velada: ‘¿Podrían acercarme algunas mujeres hermosas, por favor?’”.

 

La fiesta a bordo del Spirit of New York, explicaba The Guardian, fue uno de los varios eventos a los que Donald Trump, entonces de 45 años, asistió con un grupo de 58 jóvenes aspirantes a modelo ese septiembre. Habían viajado de todo el mundo para competir en el concurso “Look of the Year” de Elite, un evento anual que se celebraba desde 1983 y al que se le atribuye el impulso a las carreras de Cindy Crawford, Helena Christensen y Stephanie Seymour.

“Estaba en juego un premio que les cambiaría la vida: un contrato de 150 mil dólares con la entonces agencia de modelos líder a nivel mundial, Elite Model Management, dirigida por John Casablancas”, añade el reporte. “Trump estuvo muy involucrado en el concurso de Casablancas. En 1991, fue uno de los patrocinadores principales al inaugurar el Plaza, su lujoso hotel estilo castillo con vistas a Central Park, transformándolo en el recinto principal y alojando a las jóvenes modelos. También fue uno de sus 10 jueces”.

En 1992, Trump volvió a ser anfitrión del concurso. En una noche igualmente dorada a principios de septiembre de ese año, otro grupo de concursantes menores de edad abordó el Spirit of New York, fletado para otro crucero Elite.

The Guardian reportó en 2020 cómo luego de haber hablado con varias docenas de exconcursantes de Look of the Year, así como con expertos de la industria, y haber obtenido 12 horas de imágenes inéditas entre bastidores encontró las conductas abusivas detrás de este concurso: “Las historias que hemos escuchado sugieren que Casablancas, y algunos de los hombres a su alrededor, utilizaron el concurso para mantener relaciones sexuales con jóvenes modelos vulnerables. Algunas de estas acusaciones constituyen acoso, abuso o explotación sexual de adolescentes; otras se describen con mayor precisión como violación”.

 

A la fecha no se han presentado acusaciones similares contra Trump, quien en ese momento salía con Marla Maples, quien en 1993 se convirtió en su segunda esposa, decía The Guardian. No obstante, la estrecha participación de Trump en el concurso ha planteado interrogantes sobre su comportamiento, particularmente por su amistad con agresores como Epstein y la misma condena que recibió en 2023 por abuso sexual.

La revista Rolling Stone recordaba en 2016 que cuando Trump compró el certamen de Miss Universo, le dijo a Howard Stern en 2005 que el concurso era “una pesadilla”. El atractivo de las concursantes se había deteriorado gravemente en los años anteriores, explicó, porque los jueces habían empezado a dar más importancia a la inteligencia que a la belleza. “Tenían a una persona que estaba sumamente orgullosa de que varias de las mujeres se hubieran convertido en médicas”, dijo Trump. “Y a mí no me interesaba”.

La primera Miss Universo coronada bajo la presidencia de Trump fue Miss Venezuela, Alicia Machado, a quien Trump insultó llamándola “Miss Piggy” porque había subido de peso y “Miss Housekeeping” por ser latina. Trump incluso invitó a la prensa a observar a Machado haciendo ejercicio, a pesar de sus protestas. A principios de este año, declaró al New York Times: “Estuve a punto de llorar en ese momento con todas las cámaras allí. Dije: ‘No quiero hacer esto, Sr. Trump’. Él dijo: ‘No me importa’”.

Donald Trump y la ex Miss Universo venezolana Alicia Machado.

El mismo año, según exconcursantes, en que Trump entró inesperadamente en el camerino de Miss Teen USA, Miss Utah, Temple Taggart, recuerda que Trump la besó contra su voluntad. “Me besó directamente en los labios. Pensé: ‘¡Dios mío, qué asco!’. Estaba casado con Marla Maples en ese entonces. Creo que besó a otras chicas en la boca. Pensé: ‘¡Guau, qué inapropiado!’”, declaró Taggart al New York Times.

Ella afirma que él hizo lo mismo unos meses después en la Torre Trump, donde la había invitado a hablar sobre su carrera. Para triunfar en la industria del entretenimiento, Trump le aconsejó a Taggart, de 21 años, que mintiera sobre su edad. “Tendremos que decirles que tienes 17 años”, recuerda que le dijo, como reseñó en su momento Rolling Stone.

Miss California, Carrie Prejean, recordó años después, en sus memorias cómo Trump enfrentaba a las mujeres, pidiéndoles que calificaran su aspecto en el acto. “El objetivo de todo el ejercicio era dividir la sala entre las chicas que él personalmente encontraba atractivas y las que no. Muchas de las chicas lo encontraron humillante. Algunas sollozaban entre bastidores después de que él se fuera, devastadas por haber fracasado incluso antes de que la competencia realmente comenzara”, escribió en 2009.

Trump, recuerda Rolling Stone, también se jactó ante David Letterman de que, cuando compró Miss USA, “hice los tacones más altos y los trajes de baño más pequeños”. En 2013, Cassandra Searles, Miss Washington, recordó además que, cuando era concursante, Trump le exigió a las mujeres que rehicieran sus presentaciones cuando no lo miraban a los ojos. En una publicación de Facebook de 2016, Searles calificó a Trump de “misógino” que “nos trataba como ganado” y “hacía fila para poder ver su propiedad más de cerca”.

Donald Trump y Cassandra Searles.

Otras concursantes del mismo año, señala Rolling Stone, como Paromita Mitra de Mississippi, confirmaron el recuerdo de Searles. Mitra comentó: “Literalmente tengo pesadillas con ese proceso”. Searles añadió en un comentario en el hilo de su publicación inicial: “Probablemente no quiera que cuente la historia de aquella vez que me agarró el trasero sin parar y me invitó a su habitación de hotel”.

Con información de agencia AP

Esta entrada fue modificada por última vez en sábado, 19 de julio, 2025

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