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El Ejército de Estados Unidos da de baja abruptamente a algunos reservistas y reclutas que se enrolaron por la posibilidad de naturalizarse estadounidenses, informaron autoridades.
Abogados de inmigración aseguran que conocen a más de 40 elementos que han sido dados de baja del Ejército o cuyo estatus se ha vuelto cuestionable, lo que pone en riesgo su futuro.
“Era mi sueño servir en el ejército”, dijo el reservista Lucas Calixto, un inmigrante brasileño que interpuso una demanda contra el Ejército la semana pasada.
“Dado que este país ha sido muy bueno conmigo, pensé que era lo menos que podía hacer para devolver algo al país que adopté”.
“No nos notificaron la razón por la que fuimos dados de baja”, señalan algunos miembros del Ejército.
Debido al litigio en curso, no se pueden explicar las bajas ni responder a preguntas sobre si había cambios en las políticas de alguna de las fuerzas armadas, señalaron portavoces del Pentágono y del Ejército.
A los inmigrantes elegibles se les pide tener un estatus legal en Estados Unidos, como una visa de estudiante, para poder enrolarse. Más de 5.000 inmigrantes se enrolaron al programa en 2016 y un estimado de 10.000 sirve hoy en día en las fuerzas armadas.
La mayoría se va al Ejército, pero algunos también van a otras ramas militares.
Los miembros de las fuerzas armadas para naturalizarse estadounidenses, necesitan una designación de servicio honorable, la cual pueden obtener incluso después de sólo unos días en el campo de entrenamiento.
Sin embargo, a los miembros que fueron dados de baja recientemente, les habían aplazado su entrenamiento básico para que no pudieran naturalizarse.