Elecciones EU: Noche larga de conteo de votos y aún sin definir vencedor. En medio de una fuerte polarización, Estados Unidos amaneció este miércoles sin saber aún quién será su próximo Presidente.
Faltando aún millones de votos por escrutar en al menos siete Estados, el demócrata Joe Biden aparece con 238 votos electorales, mientras que el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, registra 213.
Para ganar las elecciones se requieren 270 votos electorales.
Pero las diferencias son tan apretadas que no se puede anticipar aún ningún resultado. De hecho, con el conteo aún abierto Trump salió está madrugada a reivindicar una supuesta victoria.
Según proyecciones con base en los resultados preliminares de la elección más inusual y según varias figuras prominentes, la más importante en la historia moderna de Estados Unidos, la ruta del triunfo nacional de ambos candidatos depende de los resultados en Pensilvania, Michigan, Wisconsin y tal vez un par de distritos electorales en dos estados más.
Lo que empezó como una noche muy prometedora para los demócratas acabó pareciéndose a la de 2016, con el resultado dependiendo de relativamente muy pocos votos en unos cuantos estados. Florida, donde los demócratas pensaban que podrían sorprender, los sorprendió a ellos al no comportarse como pronosticaban las encuestas.
Ahí el voto latino de los cubanoestadunidenses y venezolanos ayudó a dar el triunfo a Trump, con analistas señalando que su mensaje antisocialista contra Biden fue más efectivo de lo que se pensaba.
Ante esto, ambas campañas alentaron a sus bases a tener paciencia y festejaron sus posibilidades de triunfo, aunque quedó claro que los demócratas estaban algo desinflados por sorprender con triunfos en otros estados claves en el sur del país y hasta soñaban con voltear Texas, mientras el bando de Trump estaba aliviado por evitar la derrota en varios estados donde al inicio del día estaban amenazando, como Ohio y Carolina del Norte.
Georgia, donde continúa el conteo, aún podría sorprender a ambos bandos en una contienda muy cerrada.
Ante este panorama, Joe Biden, el contrincante demócrata, observó los resultados anoche en su casa cerca de Wilmington, Delaware, a un par de horas de Washington. A las 12:40 de este miércoles, el ex vicepresidente fue el primero en hacer declaraciones a sus seguidores: “nos sentimos bien… en camino de ganar esta elección” y exhortó a esperar a que se cuenten todas las boletas. Concluyó: mantengan la fe, vamos a ganar.
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Trump, poco después de las dos de la madrugada, apareció ante las cámaras en la Casa Blanca y proclamó, falsamente: ganamos esta elección. Denunció que estaban por contar los votos y que de pronto dejaron de hacerlo, acusando a los demócratas de estar realizando un gran fraude. Agregó: vamos a ir a la Suprema Corte para frenar el conteo de los votos. Así cumplió con su amenaza de poner en duda la legitimidad de la elección de manera peligrosa y sin evidencia, algo raro si pensaba que estaba ganando.
Antes había publicado un par de tuits, en los que sostuvo que estaba ganando en grande y advirtió: ellos están intentando robar la elección. Nunca les permitiremos hacerlo.
La participación podría llegar al nivel más alto en un siglo. Lo más notable en esta inusual elección es que parece que por primera vez en la historia los votos anticipados, más de 100 millones, superarán los presenciales el día de las elecciones. Más de 100 millones de votos se emitieron antes del martes, lo cual representa más de dos tercios del voto total en la última elección presidencial en 2016.