Por Staff
Migrantes ilegales recluidos en el Centro de Detención Otay Mesa son forzados a trabajar para obtener recursos que les permitan pagar una llamada telefónica para rastrear a sus vástagos, que fueron separados por el gobierno de Trump al ingresar a EU. Lo complicado del asunto es que no existe una lista que indique dónde fueron llevados, sólo tomaron fotos de cada familia.
Cada reo recibe sólo un dólar por día trabajado en dicha prisión, pese a que el salario en California es de diez dólares por hora. Por si fuera poco el odio contra los migrantes, “les cobran las llamadas telefónicas a 85 centavos de dólar por minuto”, declaró la senadora y exfiscal general de California, Kamala Harris.
Esta versión también es confirmada por una reclusa de El Salvador, que logró salir en libertad condicional de esta prisión, al asegurar que a ella le pagaban un dólar por día por trabajar en las labores de limpieza de dicho centro penitenciario.
Kamala Harris, senadora y exfiscal general de California, denunció que los migrantes que esperan comparecer ante un juez en esa prisión reciben un dólar por día trabajado, pero “les cobran las llamadas telefónicas para tratar de encontrar a sus hijos a 85 centavos de dólar por minuto”.
Dijo que los responsables del centro penitenciario aseguran que los inmigrantes retenidos pueden realizar llamadas telefónicas sin costo a sus hijos y familiares, pero en realidad les cobran por ello, según los testimonios que escuchó al interior de la prisión.
Luego de una visita al Centro de Detención Otay Mesa, la senadora Kamala Harris dijo haber visto a madres devastadas por no saber dónde están sus hijos.
Señaló que según autoridades federales de los casi dos mil 400 menores que fueron separados de sus padres en todo el país, 522 ya regresaron con ellos. Del resto no se tiene idea dónde están, porque cuando fueron arrancados de los brazos de sus padres no hicieron una lista que indique a dónde los llevaron.
Existen al menos 115 centros de detención para menores, en 17 estados del país, donde habrían sido enviados los niños y adolescentes separados de sus padres.
La prisión privada conocida como Centro de Detención Otay Mesa, recibe millones de dólares en presupuesto federal cada año, encierra a mil 600 personas y acaba de anunciar que tiene planes para ampliar su cupo para encerrar a 500 personas más para adecuarse a la política de “cero tolerancia” del presidente Trump, que consiste en presentar cargos contra toda persona que cruce la frontera sin documentos migratorios, incluidos quienes buscan asilo.
Bloquean camión con niños migrantes
Manifestantes en Texas bloquean el paso a un vehículo del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) que transportaba a niños migrantes separados de sus padres en la frontera, bajos los gritos de: “Basta la injusticia”, “tienen que dejarlos libres”.
El bloqueo se realizó en el exterior de un centro de detención de ICE en McAllen, una zona fronteriza en la que Trump intervino con unos 2 mil menores en aproximadamente tres meses como parte de la política “tolerancia cero” que busca reducir el número de familias indocumentadas que llega al país. Algunos manifestantes se lanzaron al suelo frente al autobús para evitar que se moviera.
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