Al problema de suministro ocasionado por un paro indefinido de transportistas se han sumado los derivados de la crisis energética por la invasión rusa de Ucrania, lo que ha obligado a multinacionales con fábricas en España a detener su producción y ha generado una falta de abastecimiento que afecta a industria y consumidores.
Las dificultades para recibir determinados componentes, dar salida a la producción o pagar los costes de mantener su actividad obligan a estas empresas a aplicar nuevos expedientes de regulación temporal de empleo o dar vacaciones a sus empleados a la espera de que la situación se normalice, mientras otras recurren a los despidos.
Uno de los primeros en parar fue el sector lácteo, que el pasado 17 de marzo suspendió su actividad por la interrupción en el suministro de leche y en el traslado del producto final, según la Federación Nacional de Industria Lácteas.
El grupo francés de lácteos Danone ha reducido la producción en dos de sus siete plantas, mientras que la multinacional suiza Nestlé ha advertido de que sus fábricas están “seriamente afectadas”.
Los productores de fresas y frutos rojos de Huelva (sur) tienen escasez de envases y embalajes para sacar la fruta y transportarla hasta los mercados, un problema que afecta también a otros productos tan importantes también para España como el aceite de oliva o las multinacionales como la cervezera Heineken.
También la automoción y el agroalimentario
El sector de la automoción ya tenía problemas como la falta de semiconductores antes de la guerra en Ucrania y del paro de los transportistas, que este sábado cumple trece días, pero la coyuntura actual dificulta todavía más su actividad.
A los paros puntuales de hace dos semanas se han añadido el de la estadounidense Ford, mientras la francesa Renault detendrá su actividad parcialmente a causa del desabastecimiento de piezas.
La alemana Volkswagen paró el lunes pasado y SEG Automotive el viernes, al igual que la japonesa Bridgestone. Otro fabricante de neumáticos, el francés Michelin, ha paralizado la producción de forma total o parcial en varias plantas durante este fin de semana y el próximo debido a las “dificultades de aprovisionamiento”.
La actividad está suspendida en factorías siderúrgicas de las españolas Global Steel Wire, Reinosa Forgings & Castings y Cristian Lay, la francesa Saint Gobain o la multinacional ArcelorMittal.
La minera Orovalle, dedicada a la extracción de oro, cobre y plata, ha planteado una regulación temporal que afectará a 480 trabajadores, el 40 por ciento de su plantilla.
Pese a haberse cerrado un acuerdo específico para el sector pesquero con el Gobierno, flotas de distintas partes del país siguen amarradas esperando el fin del paro de transportistas, que mantiene una parte del sector mientras que la mayoría ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno que prevé unos 1.050 millones de euros en ayudas para paliar el incremento de precio del carburante.
Para los ganaderos, el problema radica en las dificultades para aprovisionarse de pienso, con riesgo de no poder alimentar a los animales, razón por la que algunos están racionando la comida, e incluso alertan del aumento de muertes en exportaciones porcinas por esta escasez.
Con información de agencia EFE
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