Estados Unidos aliviará ligeramente algunas sanciones económicas contra Venezuela, entre ellas una vinculada a la petrolera Chevron, en un gesto para ayudar a promover una inminente reanudación del diálogo en México entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, informaron altos funcionaros estadounidenses y fuentes citadas por las agencias de noticias AP, Reuters y AFP.
El gobierno de Maduro, en voz de su vicepresidenta Delcy Rodríguez, confirmó en un tuit: “Venezuela ha verificado y confirmado las noticias publicadas en el sentido de que Estados Unidos ha autorizado a empresas petroleras estadounidenses y europeas para que negocien y reinicien operaciones” en la nación bolivariana.
La administración del presidente Joe Biden informó de estas medidas un día después de relajar las restricciones a los viajeros estadounidenses a Cuba y levantar limitaciones a las remesas, en un anuncio que fue calificado de “paso limitado en la dirección correcta”, que no modifica “en absoluto el bloqueo” dispuesto por Washington hace más de 60 años.
La Casa Blanca autorizó a la petrolera estadounidense Chevron Corp a entablar conversaciones con el gobierno de Maduro, tras levantar de manera temporal una prohibición impuesta por Washington sobre tales discusiones, aseveraron altos funcionarios de gobierno.
Sin embargo, aún no hay una decisión final de Washington sobre la renovación de una licencia, actualmente limitada, que permite a Chevron conservar activos en Venezuela, afirmaron las fuentes consultadas a Reuters.
Chevron, con sede en California, es el último productor de petróleo de Estados Unidos que mantiene presencia en Venezuela, donde se hallan las reservas de crudo más grandes del mundo. Sus cuatro filiales con PDVSA produjeron alrededor de 200 mil barriles por día en 2019, pero al siguiente año el gobierno estadounidense le ordenó reducir la producción a manera de presión para sacar del poder a Maduro.
Se “autorizará a Chevron negociar los términos de las posibles actividades futuras en Venezuela”, pero “no se permite cerrar ningún nuevo acuerdo con (la petrolera estatal venezolana) PDVSA”, explicó una fuente a AFP.
De acuerdo con la medida anunciada, Chevron no podrá perforar ni exportar petróleo venezolano, y en el fondo, “sólo se les permite hablar” a ambas petroleras, explicaron fuentes consultadas por AP.
El Departamento del Tesoro tiene previsto revelar “otra medida” más adelante. Según reportes de prensa, Carlos Erik Malpica Flores, ex ejecutivo de PDVSA y sobrino de la esposa de Maduro, Cilia Flores, será eliminado de una lista de personas sancionadas.
Decenas de venezolanos, incluidos Maduro y el fiscal general Tarek William Saab, así como 140 entidades, entre ellas el Banco Central de Venezuela, seguirán en la lista de sancionados, apuntó AP. El gobernante del país sudamericano está acusado por Washington de conspirar para “inundar Estados Unidos con cocaína” y de utilizar el narcotráfico como “arma” contra el país.
El Tesoro indicó que se continuará con la prohibición de las transacciones con el gobierno venezolano y PDVSA dentro de los mercados financieros estadounidenses.
“Ninguno de estos alivios de presión conduciría a un aumento de ingresos para el régimen”, aseguró un alto funcionario consultado por AFP, e insistió: “nuestro enfoque ha sido apoyar al gobierno interino y a la Plataforma Unitaria para lograr que el régimen tome medidas para lograr elecciones libres y justas a través de negociaciones”.
Horas después del anuncio, la vicepresidenta Rodríguez expresó en Twitter: “Venezuela aspira a que estas decisiones de Estados Unidos inicien el camino para el levantamiento absoluto de las sanciones ilícitas que afectan a todo nuestro pueblo”.
Aseguró que su país “seguirá promoviendo de manera incansable el diálogo fecundo en formato nacional e internacional”, y destacó la importancia de la recuperación económica venezolana en medio de las sanciones que se extendieron durante el gobierno del ex presidente estadunidense Donald Trump. “Nuestro pueblo se siente orgulloso del trabajo y los logros de los últimos tiempos”, subrayó.
El levantamiento de las sanciones era una de las condiciones del gobierno de Maduro para el avance del diálogo con la oposición. Las conversaciones comenzaron en agosto de 2021, pero el gobierno se retiró en octubre, cuando Cabo Verde extraditó a Estados Unidos a Alex Saab, colombo-venezolano cercano al presidente que es juzgado por lavado de activos.
Desde entonces no se ha retomado el diálogo entre el gobierno y la oposición de Venezuela. En cambio, sí hubo una conversación entre Estados Unidos y el gobierno de Maduro, en marzo, después de que la invasión de Rusia a Ucrania llevó al gobierno de Biden a imponer sanciones sobre la compra de petróleo ruso por empresas estadounidenses.
En una señal de los desacuerdos internos de la oposición, la Plataforma Unitaria negó de manera categórica que el grupo haya solicitado “la eliminación de sanciones personales como parte de la negociación”. Después en una declaración separada la delegación de la Plataforma en el proceso de diálogo, que no mencionó las sanciones económicas, dio a conocer que comenzó “conversaciones formales” con el gobierno para tratar de reanudar las negociaciones.
Jorge Rodríguez y Gerardo Blyde, jefes de la delegación del gobierno venezolano y la oposición en los pasados diálogos, respectivamente, tuitearon la misma fotografía de ellos junto a un mensaje, casi idéntico, alusivo a una reunión de trabajo para retomar el diálogo.
Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, exigió en su mensaje la participación de Saab en cualquier iniciativa de diálogo con la oposición.
Con información de agencias AP, AFP, Reuters, ARN, Xinhua y Prensa Latina
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