El módulo de alunizaje Odysseus, desarrollado por la empresa estadounidense espacial Intuitive Machines, ha aterrizado con éxito en la superficie lunar, según informó la NASA este 23 de febrero. El vehículo lleva seis dispositivos de investigación de la agencia, incluidos equipos para analizar el suelo lunar y el plasma de electrones.
El alunizaje tuvo lugar a las 18:23, hora de la costa este de Estados Unidos, el módulo fue transportado por un cohete Falcon 9 de la empresa estadounidense SpaceX. Es el primer aterrizaje de una nave espacial estadounidense en el satélite natural de la Tierra en más de 50 años, desde la misión Apolo 17 en 1972. Además, es la primera vez que lo lleva a cabo una empresa privada.
“Hoy, por primera vez en más de medio siglo, Estados Unidos ha vuelto a la Luna”, declaró el administrador de la NASA, Bill Nelson, durante la emisión del evento que tuvo lugar en la red social X. Mientras orbitaba la Luna, Odysseus tomó una fotografía del cráter Bel’kovich, situado en las tierras altas ecuatoriales del norte de la Luna.
La misión privada IM-1, que tiene por objetivo recolectar datos sobre el entorno de la superficie lunar con el envío del módulo robótico Odysseus en el cráter Malapert A –localizado cerca del polo sur de la Luna–, fue lanzada el 15 de febrero.
Se trata del segundo intento de contratistas de la NASA de llegar a la Luna desde principios de este año. En enero, el módulo de alunizaje Peregrine, construido por la empresa estadounidense Astrobotic Technology, fracasó en su intento de llegar al satélite debido a una fuga de combustible en el sistema de propulsión y terminó quemándose en la atmósfera terrestre.
La sonda espacial llegó ayer jueves a la superficie de la Luna, pero la señal de la nave era débil, por lo que los controladores de vuelo tuvieron que esforzarse para tener mejor contacto con la primera sonda estadounidense en llegar a la superficie lunar en más de 50 años.
A pesar de la comunicación intermitente, Intuitive Machines, la compañía que construyó y opera la sonda, confirmó el alunizaje. Pero no proporcionó más detalles, entre ellos si el módulo de aterrizaje había llegado a su destino previsto, cerca del polo sur de la Luna. La empresa puso fin a su transmisión en directo poco después de identificar una única señal débil procedente de la sonda.
“Podemos confirmar, sin lugar a dudas, que nuestro equipo está en la superficie de la Luna”, informó el director de la misión, Tim Crain, mientras la tensión aumentaba en el centro de control de la compañía en Houston.
El director general de Intuitive Machines, Steve Altemus, añadió: “Sé que esto fue complicado, pero estamos en la superficie y estamos transmitiendo. Bienvenidos a la Luna”.
Luego empezaron a llegar datos por fin, según anunció la empresa dos horas después del aterrizaje.
El alunizaje puso a Estados Unidos en la superficie lunar por primera vez desde las famosas misiones Apolo de la NASA.
Intuitive Machines también se convirtió en la primera operación privada en concretar un alunizaje, algo que sólo han conseguido cinco naciones. Otra empresa de Estados Unidos, Astrobotic Technology, lo intentó el mes pasado, pero no llegó a la Luna y la sonda se estrelló contra la Tierra.
Ambas empresas forman parte de un programa apoyado por la NASA para impulsar la economía lunar.
Astrobotic fue uno de los primeros en enviar felicitaciones. “Un logro increíble. Estamos impacientes por unirnos a ustedes en la superficie lunar en un futuro próximo”, declaró la empresa a través de X.
Intuitive Machines “ha logrado el aterrizaje de su vida”, tuiteó el administrador de la NASA, Bill Nelson.
Las últimas horas antes del aterrizaje estuvieron cargadas de tensión cuando falló el sistema de navegación láser del módulo de aterrizaje. El equipo de control de vuelo de la empresa tuvo que poner en marcha un sistema láser experimental de la NASA, y la sonda dio una vuelta adicional a la Luna para poder realizar el cambio de última hora.
Una vez realizado este cambio, Odysseus descendió desde una órbita lunar baja y se dirigió a la superficie en busca de un lugar relativamente plano entre los riscos y cráteres que se encuentran cerca del polo sur del satélite natural.
A medida que se acercaba la hora prevista para el aterrizaje, los controladores del centro de mando de la empresa en Houston esperaban ansiosamente una señal de la nave a unos 400.000 kilómetros (250.000 millas) de distancia. Al cabo de casi 15 minutos, la empresa anunció que había recibido una señal débil procedente de la sonda.
Lanzada la semana pasada, la sonda de titanio y fibra de carbono —la cual cuenta con seis patas y un tamaño de 4,3 metros (14 pies)— lleva consigo seis experimentos de la NASA. La agencia espacial le otorgó a la empresa 118 millones de dólares para construir y operar la nave, parte de sus planes para comercializar los viajes a la Luna con vistas a enviar astronautas al satélite natural dentro de algunos años.
El de Intuitive Machines es el último de una serie de intentos de alunizaje por parte de países y empresas privadas que quieren explorar la Luna y, si es posible, sacar provecho de ella. Japón logró alunizar el mes pasado, sumándose a los triunfos anteriores de Rusia, Estados Unidos, China e India.
Estados Unidos se retiró del panorama lunar en 1972, después de que el programa Apolo pusiera a 12 astronautas en la superficie. Astrobotic, de Pittsburgh, lo intentó el mes pasado, pero una fuga de combustible hizo que la sonda se precipitara a través de la atmósfera terrestre y se quemara.
La ubicación objetivo de Intuitive Machines se encontraba a unos 300 kilómetros (186 millas) del polo sur, alrededor de los 80 grados de latitud y más cerca del polo de lo que se ha aproximado cualquier otra nave espacial. El lugar es relativamente plano, pero rodeado de piedras, colinas, barrancos y cráteres que podrían tener agua congelada, lo que es gran parte del atractivo de la zona. La sonda estaba programada para elegir, en tiempo real, el lugar más seguro cerca del llamado cráter Malapert A.
La sonda, que opera con energía solar, tenía previsto mantenerse en funciones durante una semana, hasta la prolongada noche lunar.
Además de los experimentos de tecnología y navegación de la NASA, Intuitive Machines vendió un espacio dentro de la nave a la marca de ropa deportiva Columbia Sportswear para llevar su más reciente tela aislante para chaquetas; al escultor Jeff Koons para el traslado de 125 pequeñas figuras de la Luna; y a la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle para portar un conjunto de cámaras para tomar fotografías del descenso de la sonda.
Con información de agencias RT y AP
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