Falleció Henry Kissinger, exsecretario de Estado de Estados Unidos, a los 100 años de edad; es uno de los personajes más emblemáticos de la política golpista de aquel país en el Siglo XX.
Sus acciones injerencistas en América Latina incluyen el impulso a Golpes de Estado, la creación de la Operación Cóndor y el apoyo a dictaduras militares en países como Chile y Argentina.
Kissinger es señalado como el hombre detrás de la Operación Cóndor, una campaña de represión política y terrorismo de Estado emprendida por militares de los países sudamericanos para torturar, asesinar y desaparecer a miembros de la izquierda en América Latina, esto entre 1975 y 1989.
Sin el apoyo de Kissinger, tres de las dictaduras más sangrientas de América Latina no hubieran podido consolidarse: la chilena, encabezada por Augusto Pinochet, que tuvo más de 40 mil víctimas; el gobierno de la Junta Militar en Argentina que desapareció a más de 30 mil personas, y la dictadura uruguaya que gobernó de 1973 y 1985.
Henry Kissinger nació en Alemania en una familia de judíos que tuvieron que emigrar a Nueva York, Estados Unidos, en 1938 huyendo de la persecución del régimen nazi. Estudió Ciencias Políticas en Harvard, pero tuvo que interrumpir su carrera académica en 1943 al ser reclutado por el ejército al ingresar Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial, donde destacó por su conocimiento territorial y cultural de Alemania, así como por estrategia militar.
Al terminar la guerra, Kissinger se convirtió en asesor del Consejo Nacional de Seguridad y de la Junta de Coordinación de Operaciones de Seguridad, además de director de estudio en las Armas Nucleares, tema en el que se especializó e incluso escribió un libro sobre la relación del armamento nuclear con la política exterior.
En la presidencia de Richard Nixon, quien llegó al poder tras el asesinato de John F. Kennedy con un discurso de mano dura contra el comunismo internacional, nombró a Henry Kissinger como consejero de Seguridad Nacional y se convirtió en uno de sus asesores más cercanos. En su segundo periodo, Nixon nombró a Kissinger como secretario de Estado, cargo que mantuvo en la presidencia de Gerald Ford.
Durante esos años, Kissinger fue el impulsor del intervencionismo estadounidense en América Latina, África, Medio Oriente y Asia. Entre sus mayores escándalos está el bombardeo a Camboya entre 1970 y 1975 para evitar los avances del ejército vietnamita (solo en 1973, Estados Unidos lanzó más bombas sobre ese país que durante toda la Segunda Guerra Mundial a Japón), el apoyo a la Guerra de Pakistán para frenar el avance de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y los golpes de Estado en Sudamérica.
A pesar de que Henry Kissinger dejó de estar en el gobierno estadounidense desde 1977, hasta la fecha continúa siendo un referente para Estados Unidos y su política exterior. Ha escrito artículos de opinión, más de una decena de libros y fundó su consultora Kissinger & Associates, la cual fue contratada por George Bush tras los atentados de 2001 a las Torres Gemelas. En 2023, con 99 años de edad, Kissinger ha publicado artículos contra el desarrollo acelerado de la Inteligencia Artificial y se ha manifestado respecto a la Guerra en Ucrania. En el umbral de sus cien años, Kissinger siguió siendo una referencia de peso en la opinión pública norteamericana y global.
Kissinger visitó México como secretario de Estado en 1976, al final de la presidencia de Luis Echeverría Álvarez, y se reunió con el canciller mexicano Adolfo García Robles, con quien conversó sobre migración, estupefacientes y presos estadounidenses en cárceles mexicanas. En el 2016, la canciller del gobierno de Enrique Peña Nieto, Claudia Ruiz Massieu, sostuvo un encuentro con Henry Kissinger en Nueva York, donde hablaron sobre la relación bilateral entre México y Estados Unidos.
Irónicamente, Henry Kissinger recibió el Premio Nobel de la Paz por su participación en la salida del ejército estadounidense de Vietnam en 1973, el mismo año en que los militares chilenos, con el apoyo de Estados Unidos, dieron un golpe de Estado para destituir a Salvador Allende, el primer presidente socialista electo democráticamente. Kissinger fue uno de los artífices de la operación.
También te puede interesar:
Esta web usa cookies.