En 2020, una de cada 30 personas en el mundo tenía estatus de migrante, es decir, unos 281 millones de personas, equivalente a 2.6 por ciento de la población mundial, señaló un informe de la Organización Mundial de las Migraciones (OIM), con motivo del Día Internacional del Migrante, que se conmemora hoy.
Esta cifra es superior en 128 millones a la de 1990 y se triplicó en relación con la de 1970, según la OIM.
En 2020, la mayoría de los migrantes internacionales –más de 40 por ciento– provenían de la región de Asia, con 20 por ciento nacido principalmente en China, Bangladesh, Pakistán, Filipinas y Afganistán.
A su vez, México y Rusia ocupaban el segundo y tercer lugar, respectivamente, como países de origen de migrantes.
En cuanto a los destinos principales, Estados Unidos se mantiene como líder desde 1970: albergó a casi 51 millones en 2019, frente a menos de 12 millones en 1970.
El segundo puesto lo ocupa Alemania, con 16 millones de migrantes en 2020 frente a 8.9 millones en 2000.
En su informe, la OIM aborda un tema importante: la relación entre la llamada lotería del nacimiento y la capacidad de una persona de realizar migración regular.
En particular, los nacionales de ciertos países gozan de una mayor libertad de viaje, así como de una mayor facilidad a la hora de iniciar los trámites de traslado a otro país.
Según el índice de restricciones de visa de Henley & Partners, en 2021 los residentes de Japón, Singapur y Alemania pueden visitar sin visado más de 190 países, mientras la libertad de viaje de los de Siria, Irak y Afganistán resulta mucho más limitada, con menos de 30 países que ofrecen acceso libre de visado.
“Los ciudadanos de los países que presentan un índice de desarrollo humano muy alto pueden viajar sin visado a aproximadamente 85 por ciento de todos los países del mundo (…) Por el contrario, las restricciones de visado que se imponen a los países con niveles muy bajos de desarrollo humano indican que sus ciudadanos tendrán problemas para optar a vías de migración regular”, explica la OIM, subrayando que las “vías irregulares probablemente sean las opciones más realistas” o las únicas disponibles para estas personas.
Por su parte, la inmigración irregular “plantea riesgos muy significativos para quienes emprenden tales viajes”, indica el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM.
Según los datos del proyecto, desde 2014, más de 45 mil 510 personas migrantes han perdido la vida en ruta a sus países de destino, de ellas, más de 18 mil 590 han muerto en la ruta del Mediterráneo central.
El ahogamiento está considerado como causa principal de estas muertes al llevarse la vida de unos 27 mil 630 migrantes. Lo siguen unas 7 mil 870 muertes ocurridas por razones desconocidas o mixtas y poco menos de 3 mil 500 fallecimientos provocados por accidentes de tráfico o de transportación.
Este año, el Proyecto Migrantes Desaparecidos ha registrado 4 mil 504 muertes y desapariciones de migrantes que intentaban llegar a otros países, con el pico en agosto (892).
En particular, en las rutas migratorias hacia y dentro de Europa se registraron 2 mil 720 decesos de migrantes, la cifra más alta detectada en la región en los últimos tres años.
Además, este año un total de 651 personas murieron mientras intentaban cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, más que en cualquier otro año desde 2014.
En general, el número de muertes y desapariciones aumentó en 2021 en la mayoría de las rutas migratorias, indicó el proyecto.
En su comunicado con motivo del Día Internacional del Migrante, la Red de Naciones Unidas sobre la Migración instó a los Estados y otros organismos a promover la cooperación internacional y consolidar las asociaciones a todos los niveles “en aras de una migración segura, ordenada y regular”.
Entre otras cosas, la red propuso abrir “vías para la migración regular como alternativa factible a las rutas migratorias peligrosas o irregulares” y colaborar con “migrantes y otras partes interesadas, incluidos niños y jóvenes, en la implementación, seguimiento y examen del Pacto Mundial para la Migración”, suscrito el 10 de diciembre de 2018.
Por su parte, Frank Laczko, director del Centro de Análisis de Datos de la OIM sobre la Migración Mundial, recordó que los migrantes desempeñan un papel importante en el desarrollo de sus comunidades en todo el mundo, pero mientras la “economía global sigue dependiendo en gran medida de los trabajadores migrantes”, estas personas continúan enfrentándose a varios riesgos cuando no pueden acceder a vías de migración legales para buscar mejores oportunidades de trabajo y vida.
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