Los legisladores estadounidenses interrogaron el jueves a la directora de la Administración de Control de Drogas, Anne Milgram, en torno a unos contratos de millones de dólares que no fueron objeto de licitación y que forman parte de una pesquisa sobre si la agencia contrató indebidamente a algunos de sus antiguos asociados.
Milgram enfrentó una lluvia de críticas, en su mayoría de los miembros republicanos de la Comisión de Asignaciones de la Cámara de Representantes, por una investigación de The Associated Press sobre que la DEA (siglas en inglés de la agencia) gastó 4.7 millones de dólares en una “planeación y comunicación estratégica” y otros contratos sin licitación para contratar a personas que Milgram conocía de su época como fiscal general de Nueva Jersey y como profesora de derecho de la Universidad de Nueva York, a precios que superan por mucho el sueldo de funcionarios gubernamentales.
“Todo el mundo goza de presunción de inocencia hasta que sea declarado culpable. Pero estos reportes son muy duros”, comentó el representante Andrew Clyde.
“Afirmar que están haciendo bien su trabajo, o haciendo el trabajo, es francamente flagrante y ofensivo. No creo que estén haciendo un buen trabajo”, añadió el representante Mike Garcia.
Milgram dijo que le parece bien el escrutinio de la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia sobre algunos contratos firmados cuando tomó el mando de la DEA hace casi dos años. Pero rechazó discutir las acusaciones que se incluyen en el reporte de la AP, o si fue blanco de la investigación.
“El inspector general está realizando una revisión administrativa a unos contratos de la DEA, lo cual me parece bien, y no voy a ponerme delante del inspector general ni hablar más del tema mientras continúe esa revisión”, dijo.
“¿Significa eso que se acoge a la Quinta Enmienda?”, replicó Clyde.
“No, señor”, respondió ella.
Con información de agencia AP
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