Denuncian abogados del ex secretario de seguridad Pública de México, Genaro García Luna, que lleva ocho meses incomunicado en distintas prisiones de los Estados Unidos.
Aseguran que en ese lapso ha perdido más de 14 kilos de pesos, ha sido forzado a comer sin cubiertos, no se le ha permitido bañarse, y no se le han entregado los documentos de su proceso.
Así lo denunciaron sus abogados defensores Cesar de Castro y Valerie Gotlib en dos nuevas cartas dirigidas a la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito en Nueva York, en la que solicitan otro aplazamiento más para poder presentar una apelación en la sentencia que se le impuso a García Luna por narcotráfico, así como la intervención de los magistrados para que la comunicación con su cliente pueda normalizase.
“La suscrita ha representado a múltiples clientes encarcelados en apelación. Nunca antes habíamos estado imposibilitados de tener comunicación alguna con nuestro cliente. En ocho meses, solo se nos ha permitido tres horas de comunicación con nuestro cliente” indicó en su misiva Gotlib.
Los litigantes explicaron que, tras haber sido sentenciado en octubre pasado, García Luna ha sido sometido a un régimen de aislamiento y castigo extremo, sin que haya justificación para ello. De entrada, desde su salida de la cárcel metropolitana de Brooklyn en diciembre pasado ya no se le ha permitido tener acceso a los documentos de su proceso.
Luego, a lo largo de este año el exfuncionario mexicano ha pasado por tres centros penitenciarios, entre ellos la cárcel UPS Lee en Virginia y la cárcel de super máxima seguridad AMX Florence en Colorado donde ahora se encuentra. En todo ese lapso las condiciones de incomunicación tanto con su familia como con sus abogados han prevalecido.
Ni cubiertos ni regadera
Los litigantes explicaron que durante su estancia en la UPS Lee el exfuncionario mexicano fue recluido en una zona de aislamiento y castigo, sin que hubiera justificación para ello pues no hay en su registro antecedentes o quejas de indisciplina. Milenio publicó en marzo que dicha sección del penal es conocida como “el Hoyo”, y en ella son recurrentes las quejas de violaciones a derechos humanos.
En esa zona, según pudo confirmar el propio García Luna con sus litigantes en la única llamada que han podido sostener en todo el año, las autoridades no le permitieron ni siquiera hacerse cargo de su higiene personal ni tampoco comer con las condiciones mínimas de dignidad e higiene.
“Se le privó de la posibilidad de ducharse, afeitarse o incluso comer con cubiertos; fue encerrado en la unidad de alojamiento especial reservada para quienes han violado las reglas de la prisión, a pesar de que en casi seis años de encarcelamiento nunca recibió una sola infracción disciplinaria, y solo se le proporcionó un solo par de ropa interior; en total perdió 32 libras (14 kilos y medio)” narró su abogada.
Esta situación extrema prevaleció hasta que García Luna fue trasladado en julio pasado a la cárcel de super máxima seguridad AMX Florence donde ya se le ha permitido al exfuncionario comer con cuchara y tenedor, así como tener acceso a una regadera.
Mínimo contacto; defensa imposible
Aunque las condiciones de higiene y de alimentación para el exfuncionario han mejorado en AMX Florence, lo que prevalece es la incomunicación. La primera y única ocasión que han podido comunicarse con su cliente en el año ocurrió el pasado 31 de julio gracias a la intervención de un fiscal de los Estados Unidos.
En su misiva fechada el 18 de agosto Cesar de Castro explica que si bien había el compromiso de finalmente restablecer una comunicación regular con su García Luna esto no ha ocurrido.
“Desde el 31 de julio de 2025 hemos programado dos llamadas con el Sr. García Luna, ninguna de las cuales se ha realizado. Se nos notificó que la primera llamada programada no tendría lugar en el momento previsto y que el Sr. García Luna había sido trasladado a una unidad diferente. No se nos notificó sobre la cancelación de la segunda llamada programada”, indicó el litigante.
Al nulo contacto con sus abogados y familia, se ha sumado la dificultad para que el propio exfuncionario tenga acceso a los documentos de su caso. Valerie Gotlib explica que hasta la fecha el funcionario no ha podido revisar siquiera la transcripción de las audiencias de sentencia.
Las autoridades de la cárcel de máxima seguridad de Florence recomendaron a los litigantes que los documentos del proceso sean enviados de forma impresa al exfuncionario, pues el acceso a equipos de cómputo está sumamente restringido. Sin embargo, los defensores indican que esto es materialmente imposible.
“Tan solo la transcripción del juicio consta de 2 mil 43 páginas. Además, el señor García Luna no ha tenido acceso a ninguno de sus otros materiales legales, incluidas sus notas de nuestras discusiones previas a su partida de Brooklyn sobre los posibles temas a plantear en la apelación”, detalló Gotlib.
Prórroga a diciembre
Debido a los problemas de contacto con su cliente y a la dificultad para que este tenga acceso a los documentos de su expediente, los abogados de Genaro García Luna han pedido a la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito que por tercera vez aplace el periodo para presentar el escrito de alegatos de apertura de la apelación de la condena.
Luego del segundo aplazamiento que la Corte ya había otorgado el plazo para la presentación de los referidos alegatos vence el 19 de septiembre. Sin embargo, los abogados han solicitado un nuevo periodo de 90 días y que la fecha límite se fije para el 18 de diciembre.
Hasta el momento la Corte no ha resuelto si concede o no el referido aplazamiento.
Cabe señalar que Gracia Luna fue sentenciado el 16 de octubre de 2024 por el juez Brian Cogan a 38 años de prisión por la ayuda que durante una década habría prestado al Cártel de Sinaloa a cambio de millones de dólares en sobornos. Ello luego de que en febrero de ese año un jurado lo encontrara culpable.
A finales de ese mismo mes los defensores notificaron oficialmente que presentarían una apelación para que una corte superior revisara el proceso. Dese ese momento es que la presentación de os alegatos iniciales está pendiente.
Con información de diario Milenio
