Este miércoles entró en vigor un acuerdo de alto el fuego entre Israel y el grupo chií libanés Hezbolá en Líbano, mediado por Estados Unidos y Francia, que pone fin a más de un año de enfrentamientos en la región.
Este acuerdo marca una rara victoria para la diplomacia en una zona sacudida por dos guerras desde 2023. Sin embargo, la implementación de este alto el fuego está lejos de ser sencilla, ya que incluye varias condiciones que, según las autoridades israelíes, deben garantizar la seguridad en la frontera norte de Israel.
El acuerdo establece una tregua inicial de 60 días, dentro de los cuales las fuerzas israelíes se comprometen a no atacar a Hezbolá, a menos que el grupo libanés viole las condiciones pactadas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, destacó que el Gabinete de Seguridad aprobó la propuesta, pero advirtió que Israel mantendrá “total libertad de acción militar” en caso de que Hezbolá incumpla el acuerdo. “Si Hezbolá intenta renovar su infraestructura terrorista cerca de la frontera, atacaríamos; si lanza un cohete, cavara un túnel o intenta traer misiles, atacaremos”, afirmó Netanyahu en una rueda de prensa.
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La propuesta mediada por Estados Unidos tiene tres fases clave: una tregua temporal, seguida de un repliegue de las fuerzas de Hezbolá al norte del río Litani, y una retirada completa de sus tropas de la zona sur del Líbano, aunque Israel sigue insistiendo en su derecho a intervenir si las condiciones de seguridad no se cumplen.
El acuerdo también contempla una eventual negociación entre Israel y Líbano sobre la demarcación de su frontera, que actualmente está fijada por la ONU desde la guerra de 2006, un tema espinoso que involucra a ambos países.
Este acuerdo ha generado controversia en varios sectores, especialmente entre los aliados de extrema derecha del gobierno israelí y los alcaldes de las comunidades en el norte del país hebreo.
Muchos temen que el alto el fuego no brinde las garantías de seguridad necesarias para el regreso de los residentes evacuados de la zona. Netanyahu, por su parte, ha asegurado que las tropas israelíes no dudarán en regresar a Líbano si se considera necesario para proteger la seguridad de sus ciudadanos.
El alto el fuego en Líbano, aunque histórico, está marcado por incertidumbre y dependerá de la capacidad de ambas partes para respetar los términos acordados, mientras la comunidad internacional espera que este acuerdo sea el primer paso hacia una paz más duradera en una región caracterizada por su inestabilidad.
Inicia endeble alto al fuego entre Israel y Hezbolá en Líbano
Con Información de Agencias
