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Crece el grupo de rescate en el complejo de cuevas de Tham Luang, en la provincia de Chiang Rai, en Tailandia, luego de que fuerzas estadounidenses y un equipo de buzos británicos llegaron al país asiático para colaborar en la búsqueda de 12 estudiantes y su entrenador de fútbol, quienes están atrapados en una cueva desde hace cinco días.
El altruista arribo de los refuerzos se produjo justo en momentos en que aumentó el nivel del agua en el complejo de cavernas, lo que provocó que se interrumpieran las labores de búsqueda, mientras las autoridades buscan otro camino hacia la cueva.
Los responsables de la operación informaron que planeaban perforar un pozo en la montaña para crear un punto de entrada alternativo.
El comandante Buncha Duriyapan, del 37 distrito militar en Chiang Rai, precisó que tratarán de bajar desde lo alto del complejo de cuevas de Tham Luang, en la provincia de Chiang Rai, para crear una entrada alternativa.
“Los expertos fueron directamente del avión a la cueva para hacer una evaluación”, dijo Buncha al referirse a los tres buceadores británicos que aterrizaron en Tailandia.
El viceprimer ministro, Prawit Wongsuwan, reportó que 30 miembros del Comando del Pacífico de Estados Unidos (USPACOM) se unieron a la operación de búsqueda.
Los esfuerzos de búsqueda, que incluyeron a la unidad SEAL de la marina de élite de Tailandia, se vieron obstaculizados por las fuertes lluvias e inundaciones dentro de la cueva donde los menores, de entre 11 y 16 años de edad, y su asistente de entrenador de 25 años, desaparecieron el sábado.
Sin embargo, se desconoce en qué parte de la cueva están atrapados y si aún están vivos, aunque se sabe que los niños tomaron algo de comida antes de partir a su expedición.
Expertos en espeleología comentaron a la cadena británica de noticias BBC News que mientras estén en una cámara por encima de los niveles de inundación, tienen posibilidad de sobrevivir. Los mayores peligros para los niños serían la hipotermia o la falta de oxígeno.
Tham Luang es la cuarta cueva más larga de Tailandia y es propensa a las inundaciones durante la temporada de lluvias.
Durante los últimos días, los equipos de rescate y los voluntarios han intentado encontrar un camino hacia la cueva buscando agujeros en los alrededores, pero no han podido pasar.
Los guardias fronterizos recorrieron la zona acompañados de perros policías para buscar nuevas aberturas en la cueva y las familias trajeron ropa que pertenecía a los niños para ayudar a los caninos rastreadores a encontrarlos.
Las autoridades, junto con equipos de exploración profesionales, empezaron a utilizar drones y se espera que también empleen un submarino en caso de ser necesario que se guíen por las rutas subterráneas completamente enfangadas.
Funcionarios de PTT Exploration and Production Public llevaron tres drones para sumarse a la búsqueda, además de que proporcionaron equipo para bombear el agua estancada.
Las autoridades indicaron que creen que los niños todavía están vivos, pero la incertidumbre de cinco días sin noticias es visible en las caras de los familiares de los menores que dirigen sus oraciones en las inmediaciones de la cueva.
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