Un equipo de fiscales internacionales investigan una matanza sumaria de civiles en la ciudad ucraniana de Bucha, los cientos de cadáveres de pobladores ejecutados (muchos con las manos atadas a la espalda) fueron descubiertos tras la retirada de las tropas rusas de esa población.
Reporteros internacionales (incluidos rusos), así como organizaciones civiles no gubernamentales, documentaron la atroz matanza, que se ha atribuido al ejército de Rusia, quienes mantuvieron asediada esta ciudad a las afueras de la capital Kiev.
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La ejecución de civiles presuntamente a manos de militares rusos, ha sido duramente condenada por la comunidad internacional y ya preparan sendos juicios por crímenes de guerra contra el presidente Vladimir Putin y sus militares.
Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, quien envió un equipo para unirse a los fiscales internacionales que investigan los horrendos asesinatos, opinó este lunes que Putin debería ser juzgado directamente por crímenes de guerra por lo ocurrido en Bucha.
“Tenemos que conseguir todos los detalles para que pueda haber un juicio por crímenes de guerra”, dijo Biden en declaraciones a la prensa al llegar a la Casa Blanca desde el estado de Delaware.
El equipo estadounidense que apoya directamente los esfuerzos de la unidad de crímenes de guerra del fiscal general (de Ucrania) para recopilar, preservar y analizar pruebas de atrocidades, está formado por fiscales y expertos, está trabajando en la región, pero no está dentro de Ucrania
Así lo explicó el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en una rueda de prensa, “En este momento, el equipo estadounidense trabaja en estrecha colaboración con una ONG y otros socios, junto con la oficina del fiscal general de Ucrania para documentar (los crímenes). Este es un trabajo que se puede hacer desde fuera de Ucrania”.
Price condenó las “imágenes aterradoras” de Bucha tras la retirada de las tropas rusas, y afirmó que existen “informes creíbles” de torturas, violaciones y ejecuciones contra civiles, perpetradas por soldados rusos como parte de una campaña genocida.
En sus declaraciones a los medios, el funcionario aseguró también que los rusos dejaron en este municipio minas terrestres para “herir a más civiles”, y condenó la “negación desvergonzada” hecha por el Gobierno de Vladímir Putin.
Mucho del soporte en evidencias de estas matanzas y de sus autores, es trabajo de la acreditada organización no gubernamental Human Rights Watch (observadores de derechos humanos), quienes afirman tener indicios de que el Ejército ruso ha cometido estos posibles crímenes de guerra en las áreas bajo su control.
Pese a todo, el gobierno ruso ha rechazado de manera categórica la participación de sus soldados en estas matanzas, incluida la de Bucha. Al igual que ha negado cada acción de las que han sido acusados desde la invasión a Ucrania, muchas de ellas donde ya se comprobó su participación.
